Una firma brasileña lanza al mercado unos huevos con proteínas de guisante.

Una firma brasileña lanza al mercado unos huevos con proteínas de guisante.

Innovadores

También los ‘veggies’ pueden comer (estos) huevos

Proteínas vegetales para conseguir sabores y texturas similares a los productos animales y que evitan el sacrificio animal

17 mayo, 2019 12:32

La moda “veggie” se impone. La industria alimentaria ha encontrado un nuevo nicho de mercado con grandes beneficios entre los consumidores que rechazan los productos con origen animal. Primero fue la carne elaborada con proteínas vegetales. También la carne “cultivada” en laboratorio con células madre. Pero la industria consigue nuevos alimentos pensando en aquellos que tienen algún tipo de intolerancia alimentaria.

En Brasil ya se han están produciendo huevos veganos a los que han llamado N.Ovo (nuevo huevo). En realidad, se trata de un sustituto elaborado con proteínas de guisante como ingrediente principal. La feliz idea ha surgido del productor de huevos más grande de América del Sur. Se trata del Grupo Mantiqueira, una compañía con sede en Brasil que cuenta con unos 11,5 millones de gallinas ponedoras en sus cuatro sedes.  

Este “nuevo huevo” se comercializa en un envase similar al que se emplea para vender los huevos, aunque en su interior se encuentra una bolsa con la proteína alternativa y un dosificador de plástico.

La empresa brasileña ha desarrollado este “huevo veggie” en colaboración con el Good Food Institute, organización con sede en Estados Unidos que trabaja con investigadores, inversores y empresarios para el desarrollo de proyectos alimentarios innovadores, seguros y respetuosos con el medio ambiente.

No es el primer sustituo del huevo que se ha lanzado al mercado. De hecho, a finales del pasado año una firma norteamericana, Just Egg lanzó al mercado el huevo vegano líquido elaborado con judía mungo (o soja verde) y cúrcuma, que imita el sabor, la apariencia y la textura de una tortilla elaborada con huevos tradicionales.

Proteínas vegetales para conseguir sabores y texturas similares a los productos animales y que evitan el sacrificio animal. Es el lucrativo mantra de las empresas alimentarias en su interés por abrir nuevos negocios.