Parece que las empresas europeas lo tienen claro, otra cosa es llevar la teoría a la práctica. Según un informe de Forrester para Experian, basado en una encuesta a 700 directivos, más del 80% de los ejecutivos está convencido de que los datos y la analítica son áreas clave de inversión. ¿La contradicción? El 40% admite que aún toma decisiones basándose en el instinto y la subjetividad, más que en el análisis cuantitativo.

La información resulta esencial en la relación con el cliente, para mejorar su experiencia de usuario. “Los clientes esperan ver un proceso de compra sin fricciones, desde el principio hasta el final, para lo que los datos, y el acceso a los datos correctos, es vital para que las empresas cuenten con información en tiempo real en cada uno de los pasos para lograr el éxito en la transacción”.

En este estudio, titulado Innovación, smart data y orientación al cliente, defienden que todo el mundo debería tener acceso a la analítica para poder sustentar la creación de nuevas ideas y de nuevos modelos de negocio. El reto es permitir que empresas de cualquier tamaño puedan construir sus propios modelos predictivos, desarrollar sus estrategias y abordar las tecnologías de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.

Según los datos recogidos por Forrester, una de cada tres empresas (35%) ya tienen automatizados sus procesos y están aprovechándolos para la toma de decisiones, mientras que el 41% planea poder hacerlo en los próximos tres años.