Una de las sesiones con periodistas en el laboratorio de Braun.

Una de las sesiones con periodistas en el laboratorio de Braun.

Innovadores

Braun innova ya pensando en Amazon

La compañía alemana apuesta en sus premios por la innovación social y galardona un gestor de datos para bebés y ejercicios de recuperación tras un infarto

21 septiembre, 2018 07:00

Los ganadores en la 50 edición de los premios Braun tienen algo en común, la voluntad de cambiar el mundo. La marca alemana, propiedad de Procter and Gamble, galardonó dos trabajos procedentes de Suecia que apuntan a esa idea. Asha es un proyecto de Peter Alwin que ayuda a monitorizar los bebés de las zonas rurales con un difícil acceso a controles médicos. Planteado para la India, donde el problema de los recién nacidos de escaso peso es grave ya que puede significar la muerte de muchos de ellos, la idea de Alwin utiliza un triángulo del que se puede suspender al bebé en una manta para saber cómo evolucionan en sus primeras semanas. La propia manta sirve de tabla de control puesto que sobre ella los padres pueden apuntar los registros obtenidos que se envían automáticamente a través del dispositivo al hospital más cercano.

Si Asha se llevó el de Jóvenes Talentos, WIM lo consiguió en el de estudiantes. Este otro proyecto llegado desde Suecia se plantea controlar la terapia de los enfermos que se recuperan tras un infarto. Una bola y diferentes bandas se conectan con una aplicación móvil a la que le transmiten los datos obtenidos por los sensores de cómo se realizan los ejercicios. ¿Aprieta el paciente con suficiente fuerza en una mano la bola? ¿La puede mover siguiendo los puntos luminosos que le marca la esfera? Los datos personalizados que recoge el teléfono sirven para que el profesional médico evalúe si la rehabilitación está siendo correcta.

De entre los otros ocho finalistas que se presentaron entre más de 3.000 propuestas de un centenar de países destaca también Colo. En la misma categoría de Jóvenes Talentos, el trabajo del eslovaco Matus Chipek se centra en la salud infantil. Su idea es que unas deportivas pueden estudiar las deformidades de los pies. Aprender a caminar es uno de los primeros retos a los que se tienen que enfrentar los bebés y cuanto antes se sepa si hay problemas, más fácil será su solución.

El sistema de Chipek usa plantillas que se imprimen a medida gracias a la fabricación aditiva. Éstas se conectan con la aplicación específica que mide exactamente los datos de presión en el interior del calzado. Algo tan sencillo como unas suelas de colores dispuestos siguiendo un patrón permiten ver cómo va pisando el bebé mediante el desgaste de los mismos.

El futuro

Braun aprovechó la entrega de estos premios, la vigésima desde que empezaron en 1968, para presentar sus novedades y la filosofía de marca con la que encaran su centenario. En su área de diseño e I+D, sus responsables destacan la importancia del trabajar los departamentos unidos para conseguir innovar. "¿Qué va primero: diseño o I+D? Es un continuo", explican Wolfgang y Renke Thye del Estudio de Diseño en Kronberg. Este es el mayor centro dedicado a esta área que mantiene la multinacional P&G en el mundo. En él no solo se dedican a preparar el futuro de todos los productos que maneja Braun, también incluyen otras marcas del grupo como Gillette, Venus y Oral B.

"Hay que pensar el diseño y la nueva idea que se quiera lanzar a la vez –razonan-, porque eso implica pensar en cómo se mostrará en Amazon por ejemplo. Lo llamamos diseño híbrido: el gráfico y el industrial se hacen juntos". No siempre han planteado las cosas así en la marca alemana. De hecho, tras la retirada de Dieter Rams a mediados de los 90 se abrió una etapa en la que cada línea que manejaba Braun iba por su lado.

"En aquella época los productos podían triunfar, pero no pertenecían a la casa Braun en un sentido figurado porque no había una idea consistente. Lo llamamos la época del CAD donde cada cosa que se podía hacer se probaba pero no fortalecía a la marca con eso". Ahora en un mismo edificio situado en Kronberg, una ciudad cercana a Frankfurt, están juntos las más de dos decenas de trabajadores para comentarse mutuamente lo que preparan, "así no ves el producto sin la experiencia".

Si Braun incluye afeitadoras, depiladoras y cepillos de dientes entre sus líneas más populares, en las que incorporan diferentes sensores que controlan la presión para indicar al usuario si está realizando correctamente la pasada al cortar el pelo o al cepillar el diente e incluso que se conectan con aplicaciones móviles, una de las áreas que quisieron resaltar en sus presentaciones fueron los relojes. Con los de pulsera de línea más clásica ejemplifican la filosofía con la que encaran su futuro cercano.

Una actualización de los diseños más conocidos, como el AW 10 que lanzaron en 1989, en la que la fuerza está en la simplicidad y la apuesta por la durabilidad. La importancia del diseño es tanta que Gregor Ptok, responsable de esta área, explica que se descartó tanto la reedición de modelos digitales como el DW 30, que en su momento fue el primero en tener una pantalla a medida, y el lanzamiento de relojes inteligentes porque "para ello necesitar ser una empresa de computadores con muchos años o licenciar algo que funcione. Podríamos hacerlo en Asia escogiendo buenos proveedores pero no estaría en nuestro ADN".