Ethichub ayuda a los productores de café de México a financiarse al margen de los bancos gracias al 'blockchain' y su token Ethix.

Ethichub ayuda a los productores de café de México a financiarse al margen de los bancos gracias al 'blockchain' y su token Ethix.

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Esta 'cripto' zanja la exclusión financiera de los productores de café de México y ayuda a exportar su 'oro negro'

Ethichub utiliza 'blockchain' para crear una comunidad que cuenta con su propio token y abre un nuevo modelo económico colaborativo 'win-to-win'.

12 enero, 2022 01:40

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Los proyectos disruptivos de innovación social que han eclosionado en los últimos años se convierten en una herramienta de primera magnitud para, en el contexto de la transformación digital, construir una sociedad más justa e igualitaria.

El blockchain, una de las tecnologías con más potencialidades en la actualidad, y el universo 'cripto' se dan la mano en Ethichub para llevar la financiación allí donde sea necesaria a través de un nuevo modelo win-to-win que está llamado a desempeñar un papel determinante en aquellas comunidades donde el crédito es un lujo inalcanzable.

El proyecto de Ethichub echó a andar en diciembre de 2020 fruto del interés de sus fundadores por ayudar a los agricultores de café en México a superar su exclusión financiera. Al frente de la iniciativa se encuentran Jori Armbruster, Gabriela Chang, Raúl Martínez y Diego Pardilla.

El equipo humano de Ethichub muestra el café que exportan a todo el mundo procedente de los productores que se benefician de su plataforma.

El equipo humano de Ethichub muestra el café que exportan a todo el mundo procedente de los productores que se benefician de su plataforma.

También fue determinante para la génesis del proyecto la visión sobre el blockchain de Íñigo Molero, otro de los impulsores de esta propuesta de innovación social.

Según explica a D+I Molero, la dilatada experiencia de Jori y Gabriela -vivían a caballo entre México y España- sobre la región de Chiapas y las comunidades de productores de café fue un valioso capital para que Ethichub surgiera como una propuesta alineada con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) con una vocación transformadora de la sociedad.

"Se han roto las fronteras del dinero, ahora es muy fácil transmitir dinero y valor de un extremo a otro del mundo evitando a los bancos a través de la tecnología blockchain", afirma Íñigo Molero.

"Jori y Chang se percataron de que hay un exceso de dinero en el primer mundo por el que se obtiene una baja rentabilidad. Por el contrario, en el tercer mundo y los países en vías de desarrollo, el dinero es muy escaso, y muy caro, y estas comunidades lo tienen vetado porque es muy complicado que una empresa solvente pueda pagar intereses tan altos", relata Molero.

'Blockchain' para un modelo social más justo

La altísima calidad del café producido en estas comunidades entroncaba con una dramática situación: los propietarios estaban desbancarizados y todo el esfuerzo de su trabajo se empleaba en pagar los intereses. Fue en este contexto donde el blockchain se erigió en su alternativa de futuro.

Cuando se cumple más de un año de su puesta en marcha, Ethichub se ha consolidado como la herramienta de estos pequeños negocios rurales que no tienen acceso a las microfinanzas. La producción de café ha sido el marco para el inicio del proyecto, pero ya se estudia implementar este modelo colaborativo en otros cultivos.

A través de su criptomoneda propia, los Ethix, la startup genera una inversión de impacto que a su vez garantiza beneficios a todos los actores protagonistas de la comunidad: inversores y agricultores.

Los primeros no pierden dinero, ya que en caso de impago, Ethichub cuenta con una bolsa de compensación de la que se aportarían los Ethix necesarios al mercado y así se les devolvería a los inversores lo que pierdan más los intereses. 

El modelo colaborativo de Ethichub permite ganar a todos los actores de la plataforma 'cripto': inversores y productores de café.

El modelo colaborativo de Ethichub permite ganar a todos los actores de la plataforma 'cripto': inversores y productores de café.

Los datos hablan por sí mismos del impacto que ya ha tenido la propuesta. Ethichub atiende a 19 comunidades de productores de café en México (14), Honduras (3) y Brasil (2).

La plataforma, que cuenta con 6.643 usuarios, ya ha permitido financiar 300 proyectos con un montante total de 1,2 millones de euros, lo que ha permitido sostener económicamente a 1.250 familias.

Además, esta tecnología lucha contra la brecha de género o contribuye, en la medida de lo posible, a aminorarla en estas regiones, porque se ha colaborado con 60 producciones que tenían al frente una mujer. 

El impacto de Ethichub traspasa fronteras. No sólo se trata de darles un acceso al crédito impensable hasta hacer muy poco, sino que la plataforma les ayuda a exportar su café por todo el mundo.

Revalorización de la producción

EEUU, Canadá, Reino Unido, España y China son los mercados destino de su producción, la cual ha experimentado una revalorización notable desde que es vendida con Ethichub.

"La venta de café es otra de las formas en que contribuimos al progreso de estas comunidades. Si antes malvendían su café, con unas cualidades y calidades extraordinarias, por un euro el kilo, ahora lo están colocando entre 5 y 6 euros en todo el mundo. Estamos exportando valor gracias al blockchain y los Ethix", precisa Molero.

Las sinergias que establece la comunidad de Ethichub están fructificando incluso fuera de los países de origen de estos productores. En Reino Unido la startup ha puesto en marcha un novedoso proyecto de innovación social junto a otras dos entidades que sienta las bases de este nuevo modelo.

"Se está dando una formación profesional relacionada con el sector del café a las personas que viven en la calle, de manera que aprenden un oficio y luego pueden vender el café, que es el de nuestros productores, en los puestos ambulantes tan típicos ingleses que pueden encontrar en cada esquina", manifiesta Molero.

Ethichub ya se plantea implementar su modelo colaborativo a otros cultivos como el cacao y en otras zonas del mundo que también necesitan acceso al crédito.

Ethichub ya se plantea implementar su modelo colaborativo a otros cultivos como el cacao y en otras zonas del mundo que también necesitan acceso al crédito.

El modelo funciona y sigue cosechando nuevos hitos como sucedió el pasado diciembre cuando Ethichub vendió el primer contenedor de café que utilizó los Ethix como único medio de pago. "Es la primera ocasión donde nuestro token Ethix ha mostrado una nueva utilidad en nuestro ecosistema; ser medio de pago".

Tras consolidarse en el cultivo del café, los objetivos de la startup pasan por aplicar a partir de ahora su tecnología a otros cultivos como el cacao en otras regiones del mundo. Puede que los productores de café sean sólo el primer capítulo de una larga historia de innovación social que tan sólo ha hecho que arrancar.