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Cómo la economía circular también configura la energía renovable del futuro

Naturgy lleva años abordando el uso de biometano e hidrógeno renovables a partir de procesos sostenibles y con cero emisiones.

5 junio, 2023 00:22

La circularidad de los materiales que utilizamos se ha convertido en una característica de gran importancia. Poder reciclar y dar una segunda vida a los productos evita la generación de residuos y la emisión de partículas contaminantes a la atmósfera. Es un paso más allá del reciclaje tradicional, al que complementa y al que aporta nuevas posibilidades, sobre todo en lo que implica a la revalorización de elementos que, de otra manera, acabarían desechados y sin un uso.

Por eso, cada vez es más frecuente que estos procesos estén presentes en todo el ecosistema industrial porque el aprovechamiento de estos subproductos del reciclaje permite obtener materias primas de muy diversa índole. Entre ellas, la energía. Y es que, lejos de ser una anécdota, la generación de biometano o de hidrógeno a partir de residuos constituye una fuente renovable con un potencial extraordinario para impulsar la descarbonización en todo tipo de sectores, incluidos los que generalmente son más complejos de ‘atacar’, como el del calor industrial o el del transporte pesado.

Apostar por este tipo de energía renovable parece un paso lógico dadas las ventajas que ofrece y su disponibilidad para cubrir hasta el 40% de las emisiones de CO2 que hasta el momento no tenían alternativa electrificable. Desarrollar biometano es sencillo porque su origen son los residuos urbanos, agrícolas o industriales, o incluso se puede obtener de la depuración de aguas residuales que, tras ser tratadas en plantas específicas, generan un gas que apenas difiere del gas natural que conocemos y que, por tanto, puede usarse indistintamente para cubrir las mismas necesidades y aprovechar sus mismas canalizaciones, lo que reduce el monto de las posibles inversiones.

Esta circularidad aplicada al campo de la energía contribuye al mix energético con el que se obtienen varias metas de manera conjunta: por una parte se reducen las emisiones de CO2 que genera el combustible al que desplaza este gas renovable; por otro, ayuda a reducir la dependencia energética de terceros países ya que se trata de algo producido localmente, lo que redunda igualmente en las facturas.

Gran potencial del biogás en España

España ostenta un considerable potencial para erigirse en una potencia de la generación de energía verde que ofrecen estos gases renovables. En el caso del biometano, la producción podría llegar a alcanzar los 163 TWh/año, una cifra que permitiría cubrir en torno al 45% de la demanda nacional, según el informe ‘Estudio de la capacidad de producción de biometano en España’, elaborado por la Asociación Española del Gas, Sedigas, en colaboración con PwC y la consultora especializada Biovic. En las conclusiones de este documento también se desvela otro dato muy llamativo: el del hipotético ahorro de unos 4.000 millones de euros a los consumidores que este potencial propiciaría por optar por energía propia y no comprarla a otros países.

Poner en marcha todas las infraestructuras necesarias para explotar este recurso también tendría un considerable impacto positivo en el medio ambiente porque evitaría emitir a la atmósfera 8.3 millones de toneladas de metano. Y apostar por ello también supondría un apoyo a la economía nacional porque, para aprovechar todo este potencial se necesitan 2.326 plantas especializadas, según esta publicación. Estas instalaciones para generar biometano tendrían una inversión asociada de unos 40.500 millones de euros y se generarían unos 62.000 empleos directos e indirectos.

Aunque aún quede mucho camino por recorrer, tanto las instituciones como las compañías energéticas ya se han puesto manos a la obra. En este sentido, Naturgy ya tiene un extenso bagaje en este campo dado que ya desde 2014 desarrolla proyectos encaminados a promocionar este gas renovable. Es una ambición que se alinea con el Plan REPowerUE de la Comisión Europa, que le confiere a esta forma de energía renovable un rol capital en la transición energética verde que está estimulando en los países comunitarios.

En España, al margen de las directivas comunitarias, la apuesta por el biometano es algo en lo que Naturgy trabaja durante toda la cadena de valor, desde la gestión del residuo y la producción del biogás hasta la distribución y comercialización del biometano. Nedgia, la distribuidora de gas del grupo, tiene sobre la mesa más de 170 solicitudes para inyectar en la red gas renovable por un volumen superior a los 6,5TWh, una cantidad equivalente al consumo anual de 1,3 millones de hogares.

Los datos hablan, por tanto, de una constante evolución del peso de este tipo de energías renovables. Porque si bien el futuro está en esos números, mirando al pasado reciente también se percibe este viraje: solo el pasado año la distribución de biogás creció un 90%. A través de cuatro módulos de inyección ubicados en Cataluña, Castilla y León y Galicia, Nedgia suministró 35GWh que evitaron la emisión a la atmósfera de 7.400 toneladas de CO2. Y ya se trabaja en ampliar esta red con la puesta en marcha de siete módulos adicionales que elevarán la capacidad de suministro hasta los 316GWh.

Hidrógeno sostenible

El hidrógeno es uno de los elementos más sencillos y más presentes en la naturaleza. Sin embargo, su uso como alternativa en cuanto a forma de energía no ha adquirido importancia hasta hace relativamente poco tiempo. Sin embargo, en este contexto de máximo compromiso por parte de la sociedad con el respeto por el medio ambiente, recurrir a este elemento puede suponer también una tabla de salvación para el planeta porque todo el proceso por el cual se extrae el hidrógeno del agua se lleva a cabo con energía renovable. Se trata de un sistema cero emisiones de principio a fin.

Estos beneficios están recogidos en el Pacto Verde Europeo, que posiciona el hidrógeno como una solución sostenible y de especial relevancia para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Con esta meta en el horizonte, ampliar y generalizar el uso del hidrógeno renovable en los sectores más demandantes de energía puede resultar clave.

Naturgy lleva años explorando los usos y las aplicaciones del hidrógeno renovable a través de distintas líneas de investigación y del desarrollo de grandes hubs de producción de este recurso. Se trata de instalaciones que, como nota diferencial, tienen una consideración polivalente ya que este hidrógeno renovable que genera se consume directamente en industria, se inyecta como gas para su comercialización con garantía de origen o se destina a tareas de movilidad o de producción de derivados del hidrógeno.

Este enfoque multidisciplinar está en el concepto que alumbra el futuro hub de producción de hidrógeno renovable en Galicia que Naturgy está impulsando en alianza con Repsol y Reganosa. Se trata de un proyecto que incluye la instalación de una planta de electrólisis alimentada con energía 100% renovable en los terrenos de la antigua central térmica de Meirama, en el municipio de Cerceda (A Coruña).

Por otro lado, la compañía trabajará conjuntamente con Enagás para impulsar en León la mayor planta de hidrógeno de España, con el objetivo de producir hasta aproximadamente 9.000 toneladas al año de hidrógeno renovable, a partir de una planta fotovoltaica de 400 MW y un electrolizador de hasta 60 MW, para cubrir consumo local, inyección a la red de gas natural y posibilitar una futura exportación hacia el noroeste de Europa.