Con el paso de los años, la transparencia se ha ido imponiendo como uno de los factores más importantes para que las empresas alcancen uno de los objetivos que persiguen con más energía: ganar confianza. Un elemento clave para que usuarios, inversores o socios claves de la cadena de valor de muchas corporaciones compren productos o mejores la valoración de una acción. 

El Informe reporta, el estudio que analiza la calidad y el grado de transparencia de las memorias anuales que presentan las empresas cotizadas con motivo de sus juntas de accionistas, ha elegido a Santander y Telefónica como los líderes del último año. Por primera vez en la historia del ranking el primer puesto no corresponde a una compañía energética sino a un banco.

Telefónica ha quedado en segunda posición de un podio que completa CIE Automotive. En el informe de este año los diez primeros puestos de la clasificación están copados por empresas del Ibex 35, con representación de sectores tan diversos como banca, construcción, energía, telecomunicaciones o industria.

Desde hace doce años, la agencia de comunicación Deva, perteneciente al grupo Quum, promociona y publica Informe Reporta, un estudio que analiza la calidad y el grado de transparencia de las memorias anuales que presentan las empresas cotizadas con motivo de sus juntas de accionistas. Hablamos con Miguel Gutiérrez, director de Análisis y Contenidos de la compañía y coordinador de Informe Reporta, para que nos explique los resultados de este año.

Esta edición viene con importantes novedades, ¿qué factores han influido en los resultados de este año?

En primer lugar, al gran trabajo de reporting que hacen ambas empresas, sin duda, puesto que llevan muchos años en puestos punteros de nuestro ranking y se nota el gran esfuerzo que hacen para hacer unos buenos informes anuales. También es cierto que se han visto beneficiadas por los ajustes en la metodología y en la herramienta de medición que hemos realizado en esta edición y que les ha permitido adelantar a las compañías eléctricas.

¿Por qué han influido esos cambios?

Tradicionalmente, el primer puesto de Informe Reporta siempre lo había ocupado alguna compañía energética. Esto era comprensible porque, dado su sector y las exigencias tanto regulatorias como de mercado, las empresas energéticas tenían una larga experiencia en informar sobre aspectos relacionados con la sostenibilidad, y en particular sobre su impacto ambiental, que compañías de otros sectores no tenían.

Eso se reflejaba también en nuestro ranking porque ese tipo de información, años atrás, era voluntaria, no estaba exigida por ley. Pero las condiciones han cambiado, ahora hay nuevos requerimientos legales que obligan a las empresas a reportar bastante información relativa a sostenibilidad, y que a nosotros, desde Informe Reporta, nos lleva a adaptar los criterios a la nueva realidad.

Al final, lo que pretendemos es valorar la voluntad de comunicar de las empresas, de ser transparentes… Y si los datos que se aportan son obligatorios, el mérito es menor. Por este motivo, ese punto de calidad de la información lo tenemos que buscar en otros factores, como la facilidad en que se presenta hacia los públicos, si los datos están bien contextualizados, si lo que la compañía cuenta es relevante para sus grupos de interés, etc.

¿A quién han penalizado los cambios?

Más que penalizar, creemos que han equiparado las cosas entre los distintos sectores industriales que están presentes en la bolsa española. Porque, aunque no sea una energética la que ocupe el primer puesto, lo cierto es que el conjunto de las energéticas ha subido en su nota media. Mientras que el sector de servicios financieros e inmobiliarios, a pesar de tener un representante en lo más alto de la clasificación, ha bajado en conjunto. También es destacable que, a pesar de elevar el nivel de exigencia en nuestra herramienta, la nota media de todas las empresas presentes en Informe Reporta ha subido ligeramente, pasando de 46,5 a 46,7, lo que nos indica que el conjunto de cotizadas sigue esforzándose por reportar cada vez mejor.

El Top-10 está repleto de empresas del Ibex 35, ¿es imprescindible ser una gran compañía para tener un reporting de calidad?

No necesariamente pero está claro que algo influye. En la historia de Informe Reporta ha habido ejemplos de empresas con buenas puntuaciones que no eran del Ibex 35, lo que nos demostraba que parte de la cuestión reside en la voluntad por hacer un buen reporting. También es cierto que las grandes compañías tienen una mayor exposición pública y son más conscientes de la importancia que tienen estos documentos que publican, bien porque estén presentes en índices de sostenibilidad, con la exigencia de información que eso implica, bien entienden el valor reputacional que les aporta tener una buena memoria. Al final es otra herramienta más de comunicación que tienen las empresas, y algunas dedican más dedicación, esfuerzo y recursos a ella en función de sus capacidades y de sus objetivos.

Cómo se refleja esto en Informe Reporta, pues mientras que la nota media del Ibex 35 es 68,7, las no presentes en el selectivo tienen una media de 37,6. Pero hay que tener en cuenta que hay compañías del Ibex 35 con notas no solo por debajo de los 50 puntos, sino también de los 40. Y, por el contrario, también encontramos a empresas fuera del Ibex 35 con puntaciones muy meritorias, por encima de los 70.

Volviendo al histórico de Informe Reporta, también ha habido casos de empresas que, sin estar en el selectivo, sí tenían aspiraciones a entrar en él y en consecuencia, elaboraban reportings de buena calidad conscientes de la exposición que iban ganando. Aena, CIE Automotive y Fluidra son claros ejemplos en este sentido

¿Ha afectado el Covid-19 al reporting de las empresas?

Afectó más el año pasado, donde muchas empresas retrasaron sus juntas y la publicación de sus informes. Cuando estuvimos hablando con los responsables de las memorias, quienes publicaron sus documentos antes del confinamiento nos mostraron su alivio. A quienes les pilló justo en medio del proceso de elaborar la memoria les supuso un enorme trastorno. En esta edición, el impacto parece haber sido menos grave, cuando las empresas comenzaron a preparar sus informes ya habían tenido tiempo para adaptar la forma de trabajar a las condiciones impuestas por la pandemia.

Obviamente, donde sí ha influido claramente el Covid-19 ha sido en los propios contenidos de la memoria ya que no hay empresa que no haya hecho referencia a la pandemia en sus informes en mayor o menor medida. Esa unanimidad es un indicador clarísimo del profundo impacto que ha tenido el coronavirus en todos los sectores económicos. Pero más allá del impacto directo durante el año, es interesante ver cómo cada compañía ha sabido abordar la cuestión, qué lecciones se han extraído o cómo se ha integrado en sus estrategias. La forma en cómo se cuenta, es lo que diferencia la calidad en la comunicación entre unas empresas y otras.

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