El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, instructor del caso Tándem contra el excomisario José Manuel Villarejo, citará a declarar como investigados al expresidente de CaixaBank Isidro Fainé y al presidente de Repsol, Antonio Brufau, por la contratación del antiguo policía en 2011 para investigar a Luis del Rivero cuando el expresidente de Sacyr negociaba con Pemex la sindicación de acciones que poseían en Repsol.

Se trata de la pieza 21 del caso Tándem, en la que ya tienen la condición de investigados los exresponsables de seguridad de Repsol y CaixaBank, el comisario en excedencia Rafael Araujo y el comisario jubilado Miguel Ángel Fernández Rancaño.

La citación judicial de Brufau y Fainé fue solicitada el pasado 12 de febrero por Del Rivero, que está personado en la pieza 21 como acusación particular. La petición ha sido respaldada este viernes por la Fiscalía Anticorrupción en un dictamen de 18 folios firmado por los encargados del caso Tándem, César de Rivas y Miguel Serrano, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

Presunto cohecho

Anticorrupción considera pertinente que Brufau y Fainé declaren como investigados por un presunto delito de cohecho activo por estar, supuestamente, al tanto de la contratación de Villarejo -realizada cuando se encontraba en servicio activo en la Policía- para investigar al expresidente de Sacyr. 

El encargo, que Villarejo denominó Proyecto Wine, costó 389.400 euros. Cada compañía pagó la mitad en facturas cuyo concepto no respondía a la realidad. En los documentos se hizo constar que el abono respondía a “elaboración de estrategias para la ubicación y recuperación de datos electrónicos almacenados en discos duros de ordenadores y sistemas tecnológicos, anulados o dañados. Consultoría jurídica y técnica”.

Los fiscales califican de "irregular" la contratación de Villarejo por incumplir las normas internas de Repsol y CaixaBank y sostienen que la "manipulación" de las facturas se debió a la pretensión de "ocultar el encargo realizado a un funcionario público en servicio activo". El dictamen llega a hablar del "carácter clandestino" de la contratación del excomisario.

Y, aunque indican que en los informes elaborados por Villarejo y supuestamente entregados a Repsol y CaixaBank se incluyeron datos personales sobre Del Rivero, su esposa y algunos de sus colaboradores -por ejemplo, los teléfonos con los que contactaban o de los que recibían llamadas- los fiscales no mencionan un presunto delito de revelación de secretos que sí han imputado a Villarejo y sus clientes en otras piezas del caso Tándem.

Indicios

El escrito describe los indicios que justifican, a juicio de la Fiscalía Anticorrupción, la citación de Brufau y Fainé, a la que suman la de tres exdirectivos de Repsol (Luis Suárez de Lezo, Joaquín Uris y Juan Amunátegui) así como la del exvicepresidente y exdirector general de medios de CaixaBank, Antonio Massanell. Todos ellos, según los fiscales, habrían conocido la contratación de Villarejo para espiar los movimientos de Del Rivero.

Lo llamativo es que, además de los informes sobre el expresidente de Sacyr encontrados en el domicilio de Rafael Redondo, número dos de Villarejo, esos indicios se apoyan en el informe elaborado en diciembre de 2019 por el chief compliance officer de Repsol, Enrique Hernández, aportado por la compañía al juez García-Castellón.

En ese informe se manifiesta que "probablemente en alguna de las habituales conversaciones que Antonio Brufau mantenía con el presidente de CaixaBank Isidro Fainé, y dada la confluencia de intereses de ambos en defenderse frente a Luis del Rivero y Pemex, acordaron compartir los servicios de información contratados al Grupo Cenyt", propiedad de Villarejo.

De haber prosperado la sindicación de acciones, Sacyr y Pemex habrían aumentado su participación en Repsol hasta casi un tercio del capital social. Los fiscales subrayan que ese escenario "implicaba, de facto, la toma del control de Repsol por parte de Luis del Rivero y de Pemex, con las consecuencias que ello suponía para los entonces directivos de la compañía y también para CaixaBank en su condición de accionista de referencia".

Ante esa situación, señala Anticorrupción, por parte de Repsol y CaixaBank "se pretendió reaccionar por diferentes vías, una de las cuales fue la contratación del Grupo Cenyt para llevar a cabo una investigación sobre Luis del Rivero y su entorno con la que frustrar el acuerdo que había alcanzado con la mexicana Pemex".

"Despachar con el señorito"

Para los fiscales, en el informe del chief compliance officer de la compañía petrolera "se viene a reconocer" que los entonces máximos responsables de CaixaBank y Repsol estaban al tanto de la contratación de Villarejo. Y también del contenido de las pesquisas: uno de los documentos intervenidos a Redondo es el acta de una supuesta reunión celebrada el 2 de noviembre de 2011 con Fernández Rancaño y Araujo.

"En dicho documento se hace constar cómo Antonio Brufau se mostraba interesado por el contenido de la investigación contratada al Grupo Cenyt", señalan los fiscales. Añaden que también hay "referencias específicas a Isidro Fainé que avalarían que, de manera cuando menos indiciaria, estaba al tanto de la investigación encomendada a José Manuel Villarejo. Se recoge expresamente que 'MA [Rancaño, director de seguridad de CaixaBank] insiste en determinar el perímetro porque por la tarde tenía que despachar con su señorito, posiblemente por referencia a FAI [Fainé]. MA pregunta si hoy va a recibir algún papelito a lo que se le contesta negativamente".

Los fiscales también destacan que en su declaración judicial del pasado 15 de diciembre Fernández Rancaño confirmó "el conocimiento y directa participación de Isidro Fainé en la investigación encomendada por CaixaBank a Villarejo". Rancaño manifestó que despachaba directamente esos temas con el entonces presidente de la entidad como un punto más de las reuniones que ambos mantenían y dado que su inmediato superior, Antonio Massanell, así se lo indicó.

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