Hace tiempo que tener una nómina dejó de ser la única condición para mantener el dinero en el banco de forma gratuita. Las entidades se han lanzado a una nueva política comercial con la que pretenden una mayor vinculación del cliente, que cada vez tiene menos opciones para escapar de la carga de las comisiones.

El entorno de tipos de depósito en negativo ha puesto muy difícil al sector su papel como ‘guardián’ del dinero. El coste por no mover los ‘billetes’ pesa desde hace tiempo, y las entidades quieren clientes fieles y rentables que mantengan una relación activa con el banco, más allá de su servicio de ‘caja fuerte’. Y los clientes observan atónitos cómo esos gastos por mantenimiento empiezan a comerse un buen pellizco de sus cuentas corrientes mes a mes.

Banco Santander ha dado esta semana una vuelta de tuerca a este concepto, eliminando casi todas sus cuentas corrientes para ofrecer a particulares y empresas una cuenta unificada bajo el paraguas de Santander One. Hasta ahora, la mayoría de las cuentas del banco solo requerían la nómina y la domiciliación de un recibo. En la Cuenta Zero, por ejemplo, también servía contratar un producto financiero.

Condiciones de 'matrimonio'

A partir del próximo 5 de noviembre, quien quiera mantener este servicio de forma gratuita tendrá que cumplir con mayores requisitos. Para empezar, nómina, tres recibos y un producto financiero (un préstamo, una hipoteca o renting), o bien de ahorro (fondos de inversión, seguros, planes de pensiones), o de protección (un seguro de vida, de hogar, etc).

Si solo tiene la nómina domiciliada (o solo un producto de ahorro contratado), pasarás a pagar 10 euros al mes por el mantenimiento de la cuenta. Cifra que sube a 20 (240 euros al año) si eres un cliente inactivo. Es decir, si tienes cuenta pero no domicilias ni los ingresos.

En el peor de los casos, Santander igualaría en comisiones máximas la política que CaixaBank puso en vigor el pasado 1 de octubre. En concreto, pasa a cobrar 240 euros anuales (60 al trimestre) a los clientes con cero vinculación.

Para evitar ese coste, hay que cumplir con dos bloques de requisitos. Por un lado, mantener una nómina domiciliada de más de 600 euros o contar con más de 20.000 euros invertidos en fondos, planes de pensiones o seguros de ahorro comercializados por CaixaBank. Si solo se domicilia la nómina, la comisión será de 15 euros trimestrales (60 euros al año). Si además de cumplir con alguna de esas condiciones se domicilian tres recibos o se hacen tres compras con tarjeta al trimestre, entonces no se cobrarán comisiones.

Evitar clientes inactivos

Ambas entidades han seguido la estela de otras como BBVA, Bankia o Sabadell, que a finales de 2019 ya anunciaron sus nuevas estrategias para mantener la gratuidad de sus cuentas solo para los clientes más vinculados.

Desde febrero, Bankia cobra 168 euros al año a sus clientes inactivos por mantenimiento y 72 euros a los que tienen los ingresos domiciliados. Si es tu caso y quieres dejar de pagar ese coste por completo, debes tener una nómina domiciliada de al menos 700 euros. Además, hay que cumplir con un requisito adicional a elegir entre realizar dos compras con la tarjeta de crédito, disponer de primas de seguro de riesgo por 135 euros o tener más de 30.000 euros en fondos de inversión, planes de pensiones o seguros de ahorro.

Si la inversión en productos financieros supera los 40.000 euros, el cliente también está exento de los costes.

Aunque cada vez quedan menos opciones para ‘escapar’ de las comisiones, los clientes bancarios pueden encontrar alternativas gratuitas, incluso dentro de los mismos grandes bancos.

Por ejemplo, CaixaBank mantiene fuera de su nueva política las cuentas comercializadas bajo la marca de su banco móvil imagin. Del mismo modo, Bankia también mantiene sin comisiones su Cuenta Online, solo para nuevos clientes a través de canales digitales, igual que BBVA con su Cuenta On Line.

Por su parte, Banco Santander tampoco ha trasladado de momento su estrategia Santander One a su banco online Openbank, mientras que otras entidades como ING o Bankinter también permiten acceder a cuentas sin comisiones y sin mayor vinculación, en el caso de la primera, de contar con una nómina.

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