Fernando Cano Eduardo Ortega Socorro

Las grandes empresas españolas ya tienen una fecha marcada en sus calendarios: el próximo lunes 11 de mayo. Será el día en el que muchas de ellas comenzarán la desescalada de servicios considerados no esenciales, aunque con equipos mínimos y siempre privilegiando el teletrabajo.

Es el denominado Día D+1, el momento elegido por Moncloa para que la actividad social y comercial se ponga en marcha con restricciones y con la seguridad sanitaria de las plantillas como primera prioridad, algo con lo que los gigantes del Ibex están comprometidos desde el primer momento

Es una fecha con la que estas grandes empresas vienen trabajando desde hace un mes tras las conversaciones informales con fuentes económicas del Ejecutivo, pero que no se había hecho oficial hasta este martes, tras conocerse los principales detalles del Plan para la Transición hacia una nueva normalidad, elaborado por Moncloa.

Un día que coincide con el la Fase 1 o inicial que permitirá en todo el territorio español el inicio parcial de algunas actividades con restricciones de seguridad. En el caso de las grandes empresas de Ibex y en sectores como la industria, la energía o las telecomunicaciones, volverán los primeros trabajadores en servicios no esenciales, pero para reforzar el servicio de atención al cliente, el mantenimiento de sus infraestructuras y se abrirá la mano de sus tiendas.

No obstante, para la vuelta presencial a sus sedes corporativas deberán esperar al menos dos meses más. Incluso algún grande del selectivo español ha establecido que la vuelta a su sede central no se producirá hasta septiembre.

Diferentes fases

En esta línea, los primeros que empiecen esta vuelta escalonada podrán hacerlo respetando las distancias de seguridad entre empleados, con una nueva disposición de sus oficinas para evitar contactos directos y garantizando en todo momento la seguridad sanitaria con el material necesario como guantes mascarillas o EPIs, dependiendo del carácter de cada empresa.

Las grandes compañías preparan la desescalada del confinamiento desde hace varias semanas. Las fuentes consultadas por Invertia indican que esta fecha (el 11 de mayo) siempre estuvo en los despachos de las empresas porque fue la que se transmitió extraoficialmente desde el Gobierno y su área económica.

Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL indican que en las últimas semanas el Gobierno, a través del Ministerio de Asuntos Económicos y de Industria, se estuvo reuniendo con las patronales sectoriales para recibir las sugerencias de cada área económica para la desescalada. 

En este sentido, gigantes como Santander, Repsol, Iberdrola, Telefónica, BBVA, Vodafone o Inditex llevan varias semanas preparando estos planes para ponerlos en marcha a partir de mayo. Es así como empresas como Iberdrola o Telefónica han cerrado incluso estos planes ya con sus sindicatos y otras como Vodafone u Orange están en fase de cerrar flecos con los representantes de sus trabajadores.

Dependiendo de cada empresa, toda la desescalada se prepara en tres o cuatro grandes fases dependiendo de los volúmenes de sus plantillas. Los primeros que vuelvan serán los que necesariamente deben estar en sus trabajos, luego lo harán los que pueda trabajar simultáneamente mediante teletrabajo y finalmente la totalidad de los trabajadores.

Teletrabajo como prioridad

Estamos hablando de procesos de varios meses y después de los cuales muchas empresas asumen que el teletrabajo seguirá siendo uno de los pilares de su trabajo diario de "la nueva normalidad" a la que se refirió Sánchez este martes y en sintonía con lo que propone el Gobierno. Antes de la pandemia de coronavirus menos del 4,3% de los trabajadores en España lo hacían regularmente según Eurostat, mientras que después del final de la desescalada las estimaciones hablan de que será de al menos el 20%.

Los empresarios advierten que el confinamiento ha demostrado que el teletrabajo es compatible con la productividad y reconocen que será un pilar de su día a día en el futuro. De esta manera, los primeros grupos que se incorporen a trabajar lo harán de manera rotativa y siempre en pequeño número para respetar la distancia social de dos metros y para que se les pueda proveer del material sanitario suficiente -mascarillas, geles y guantes- para que puedan desarrollar su trabajo con toda la máxima seguridad sanitaria.

En este punto la realización de test, los EPIs y las medidas de máxima higiene serán claves para esta vuelta a la normalidad. En este sentido, las grandes empresas españolas llevan semanas aprovisionándose con el material necesario, comprando mascarillas para los primeros que vuelvan al trabajo y reformando los espacios para acoger a los primeros grupos en lugares en que se pueda garantizar el distanciamiento social.

Dentro de estos grupos de vuelta al trabajo se privilegiará que los que tienen hijos menos de doce años se sigan quedando en casa hasta que se retome la normalidad de los centros educativos y quienes no hayan pasado la enfermedad también deberán seguir en sus hogares más tiempo que los que ya han pasado el virus.

Los gigantes del Ibex han decidido o deciden en estos momentos cosas tan básicas como la conveniencia de realizar viajes de trabajo, el horario de oficina o la prohibición de máquinas de vending o limitaciones al uso de los ascensores y la obligación de mantener en todo momento una distancia de seguridad adecuada que evite los contagios.

El calendario del Gobierno

El Gobierno, dentro de sus planes de desescalada y sus correspondientes, también maneja unos tiempos para el retorno a la actividad en las empresas españolas.

En la Fase 0, tal y como ha explicado el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez este martes, el teletrabajo será preferente “en las empresas y puestos donde sea posible”. En aquellas actividades en las que esto no sea posible, se plantea el “escalonamiento en la entrada y salida de centros de trabajo”. Eso sí, las instalaciones deben ser “periódicamente desinfectadas e higienizadas” según la documentación del Gobierno a la que ha tenido acceso Invertia.

Entrando en las fases 1 y 2 de la desescalada, que se inician el próximo 11 de mayo, se hará un análisis de las exigencias de Prevención de Riesgos Laborales necesarias en las distintas actividades, que deberán estar adaptadas al Covid-19. El teletrabajo seguirá siendo prioritario en estos escenarios pero las grandes empresas podrán comenzar su propia desescalada, con un incremento muy paulatino del personal, bajo muy estrictas condiciones de seguridad. Y esquema parecido se aplica a las empresas pequeñas o microempresas, que podrán reabrir.

Para la fase 3, la última antes de entrar en la ‘nueva normalidad’, tal y como describe el Gobierno el periodo post-coronavirus, las empresas ya deberán contar con protocolos de reincorporación presencial para la actividad laboral (que incluyen el uso de medidas de protección y otras medidas de seguridad), con horario escalonado y garantías de conciliación.

En cualquier caso, cabe recordar que el Gobierno ha pedido a las empresas que mantengan el teletrabajo en los casos en los que sea posible hasta que termine la desescalada, incluyendo la fase 3.

Por otro lado, habrá también indicadores de seguimiento social y económico que completan la valoración de impacto del proceso de reapertura o desescalada, y ofrecen referencias a tomar en consideración en el momento de acordar la transición de una fase a otra. “Su seguimiento continuo permite una evaluación de impacto de las decisiones tomadas”, indica la documentación del Gobierno.

En este caso, las variables que se tendrán en cuenta será la afiliación a la Seguridad Social, la situación y evolución de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y el consumo de energía eléctrica

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