Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, desde Bruselas.

Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, desde Bruselas. Sara Fernández El Español

Wake Up Spain (2025)

Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo: "Una Europa fuerte requiere una España fuerte"

"La posición de España es clave para reforzar nuestra voz colectiva en la escena mundial".

"Sin una seguridad reforzada Europa no puede lograr ser estable".

Más información: Felipe VI inaugura junto al comisario de Defensa de la UE el 'Wake Up, Spain!' del X aniversario de 'El Español'

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La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha participado este lunes en el Wake Up, Spain! 2025 –el foro económico organizado por EL ESPAÑOL en la Casa de América– con un discurso centrado en lo urgente que es reforzar la seguridad europea y en la importancia que España juega en el futuro del continente.

"Todos tenemos un papel que desempeñar", ha asegurado la política conservadora maltesa elegida en 2022 para liderar la Eurocámara. "Una Europa fuerte requiere una España fuerte", ha declarado antes de añadir que la posición de nuestro país es, gracias a las relaciones establecidas a través del Mediterráneo y del Atlántico, "clave para reforzar nuestra voz colectiva en la escena mundial".

"Juntos podemos conseguir grandes cosas porque, aunque este es un momento disruptivo, también es un momento de grandes oportunidades", ha sentenciado.

5. Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo

A lo largo de su discurso, Metsola ha querido subrayar la gravedad que encierran los retos que se ciernen sobre Europa asegurando que "nuestro modelo de paz, democracia y Estado de Derecho está amenazado". "Si queremos que Europa no sólo sobreviva, sino que prospere en los próximos años, tenemos que actuar ahora, con determinación y unidad".

Acto seguido, la presidenta del Parlamento Europeo ha esbozado un horizonte basado en dos grandes pilares: reforzar la seguridad continental "desarrollando nuestras propias capacidades de defensa" y reducir la burocracia tan característica de la Unión Europea para dar, así, "facilidades a las empresas y a los ciudadanos europeos". Es decir: para que sea más fácil hacer negocios y para que éstos sean más rentables con el fin de que puedan financiar esas inversiones en defensa.

"Seguridad y competitividad van de la mano", ha afirmado, "porque sin una seguridad reforzada nadie puede sentirse seguro, ninguna empresa puede crecer y, en última instancia, Europa no puede lograr ser estable".

Metsola ha terminado su discurso ante una audiencia compuesta, entre otros, por Felipe VI y parte de la élite empresarial española, con el siguiente mensaje: "Confío en que Europa sepa aprovechar este momento para actuar y en que nuestros mejores días estén aún por llegar".

La intervención de Metsola –la tercera mujer que ejerce la presidencia del Parlamento Europeo tras las francesas Simone Veil (1979-1982) y Nicole Fontaine (1999-2002)– ha seguido a la del primer comisario europeo de Defensa y Espacio de la Unión Europea: el lituano Andrius Kubilius.

En su discurso, Kubilius tampoco se ha andado por las ramas. "Si se desata la tormenta, ninguno de nosotros estará a salvo de la devastación que produzca", ha declarado desde el atril de la Casa de América. Consciente de la distancia que separa Madrid de Vilna, Kubilius ha dicho ser consciente de que España puede no sentirse en primera línea, y por lo tanto interpelada por la amenaza rusa, pero que no obstante lo está al ser "un hermano europeo más".

El político lituano, de carácter conservador y que ha sido primer ministro de su país en dos ocasiones, ha destacado que "si un país [europeo] no invierte en su propia defensa, debilita a los demás". Asimismo, ha recordado que entre las iniciativas presentadas por la Comisión Europea se encuentra el Libro Blanco sobre la Defensa Europea y el plan "Preparación 2030", que arranca con un aumento significativo de la producción armamentística y la posibilidad de movilizar hasta 800.000 millones de euros en cuatro años.

Aunque Kubilius ha dicho que España es la que debe decidir "cuánto gastar en defensa" y "qué inversiones quiere hacer", también ha recordado que "un aumento masivo de la producción supondrá una inversión masiva para la industria, aportará innovación y generará empleo". Según sus cálculos, por cada 1.000 millones de euros invertidos se crearán 6.500 puestos de trabajo.