"Sólo merece la libertad, lo mismo que la vida, quien se ve obligado a conquistarlas todos los días".

Con esta cita de Goethe, Carmen Iglesias ha abierto el ciclo La Libertad en el siglo XXI, organizado por EL ESPAÑOL y la Universidad Camilo José Cela con motivo de sus 10 y 25 aniversarios, respectivamente.

La directora de la Real Academia de Historia ha advertido de los peligros que acarrea "la legitimación de las urnas" para justificar "la perpetuación en el poder".

Carmen Iglesias inaugura el ciclo 'La Libertad en el siglo XXI' de El Español y la Universidad Camilo José Cela

Iglesias ha pronunciado un discurso que ha sido, a la vez, una clase magistral, lección cívica y reflexión filosófica sobre la fragilidad de la libertad frente a las "varitas mágicas" de los totalitarismos de nuestro tiempo.

Sin mencionar nombres ni hechos concretos, Carmen Iglesias ha aleccionado a todo el auditorio sobre política y libertad usando, únicamente, referencias documentales. Y exponiendo cómo los dirigentes de nuestro tiempo soslayan estas libertades para perpetuarse en el poder.

Durante su intervención en el Campus de Almagro de la UCJC, Iglesias ha recorrido la genealogía filosófica de la libertad, desde la Antigüedad hasta nuestros días, enunciando los peligros que acechan a las democracias contemporáneas.

La académica de la RAE ha advertido desde el inicio de que "nunca ha existido ni existirá la libertad total" y que su defensa exige "una vigilancia despierta de los ciudadanos, capaces de moderar las ansias de poder y de no caer en soluciones fáciles o varitas mágicas".

"La verdadera libertad se apoya en la liberación", ha afirmado la historiadora citando a la filósofa francesa Simone de Beauvoir para enfatizar que "la libertad es una conquista siempre recomenzada sobre el mundo, sobre los otros y sobre sí mismo".

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Una idea que hunde sus raíces en la filosofía clásica: "En Grecia se era esclavo o libre, pero no existía la libertad como la entendemos hoy". Y la libertad estaba "intensamente ligada al quiero/puedo".

Iglesias también ha rescatado la figura del filósofo estoico Epicteto, esclavo que desarrolló una noción revolucionaria de libertad interior.

Y ha relatado el célebre diálogo entre su amo y él mismo: "Cuando el señor le dice 'no eres ni puedes ser libre porque no puedes hacer nada de lo que quieres', Epicteto responde: "tampoco quiero hacer nada, por tanto soy libre".

Esta concepción, ha subrayado la historiadora, "nada tiene que ver con nuestra era" y fue el estoicismo el que introdujo un concepto fundamental: "el descubrimiento de la voluntad coincide con la libertad". Como señalaba San Agustín, citado por Iglesias, "si no hubiera voluntad, la ley no podría mandar nada".

La ponente ha identificado un momento fundacional de la libertad occidental moderna en las palabras de John Locke: "Siendo los hombres libres, iguales e independientes por naturaleza, ninguno de ellos puede ser arrancado y sometido al poder político sin su consentimiento".

Estas palabras, ha afirmado, "inauguran la libertad occidental" y representan "la conquista frágil y trabajosa de los espacios de libertad, fruto de siglos de lucha contra la arbitrariedad del poder".

"Contrapesos al poder"

La historiadora también ha citado a Montesquieu para decir que "incluso la virtud tiene límite".

"El filósofo francés entendía la necesidad de unas reglas del juego y de contrapesos al poder" porque "la política no debe ser un fin en sí misma", ha añadido Iglesias.

Por ello, los ilustrados "preferían gobernantes mediocres en el sentido clásico. Es decir, moderados, antes que aquellos que creen tener la piedra filosofal para transformar el mundo según sus propias ideologías".

La directora de la Real Academia de la Historia ha advertido sobre los peligros que amenazan la libertad. "Hay que estar siempre en guardia", ha alertado, y ha denunciado "lo fácilmente que florecen los ámbitos de miedo o corrupción" y "lo inquietante que es que los ciudadanos acepten como normal lo que antes era inaceptable".

En este punto, Iglesias ha denunciado "la peligrosa persuasión en el interior de las conciencias" que "alimenta que ser esclavos es mejor que la complejidad de la libertad".

En un mundo donde "asistimos a nuevas formas políticas que, aunque proclaman libertad, se basan en mecanismos de control" y el poder se convierte en un "pasaporte ilimitado" que todo lo justifica.

"Mundos de cancelación"

La académica ha alertado también contra los "mundos de cancelación" donde "explicar una disidencia puede llevar a la muerte social".

En ese clima, ha añadido, "todo lo que libera el espíritu sin disciplina interior se convierte en un peligro" y "la fascinación por la fuerza acaba justificando la aniquilación del otro".

"Esa degradación comienza con la mentira/ veraz —la que el fanático pronuncia creyendo en lo que dice— y culmina en la destrucción de los marcos jurídicos y éticos", ha dicho.

En defensa de la libertad de expresión, Iglesias ha subrayado que "los dictadores temen a los escritores" y que "toda censura es una pendiente resbaladiza".

"El poder tiende a desconfiar del periodismo independiente", ha recordado, "por eso es tan importante defender la libertad de escribir y de pensar".

Cuando "se dice que la historia no existe, que es interpretativa, nos quieren imponer su pensamiento amañado". Y frente a esta manipulación, la historiadora ha defendido que "sólo podemos defender la vida y la libertad como la gran conquista de la modernidad que pueden ser arrancadas por el totalitarismo".

El ciclo, que se prolongará hasta diciembre, contará con la participación de figuras como Santiago Muñoz Machado, José María Álvarez-Pallete, Javier Gomá, Pedro González-Trevijano y Luis Garicano, entre otros, para analizar los desafíos contemporáneos de la libertad en la era digital.