El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su compromiso con el objetivo de déficit y, tras la carta del Ministerio de Hacienda a la Junta en la que dice que la región superó el límite en 2016, ha dicho: "Nos tendremos que seguir esforzando, pero nunca a costa de la gente".

En su intervención para dar la réplica a la presidenta del PP en las Cortes, Ana Guarinos, en el Debate sobre el Estado de la Región, García-Page ha hecho alusión a la carta que Hacienda ha remitido al Ejecutivo castellanomanchego, en la que se comunica que, tras la actualización del informe de valoración del cumplimiento de los objetivos de estabilidad, deuda pública y regla de gasto, la autonomía cerró 2016 con un déficit del 0,82 por ciento del PIB y que, por lo tanto, incumplió el objetivo.

"No soy ningún fanático del déficit, pero quiero cumplir el déficit y cuando llegó el momento de dar las cuentas, cumplimos, lo dijo Montoro", ha reivindicado el presidente regional, en alusión al dato de déficit que aportó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en abril, cuando se informó de que la región había cerrado 2016 con una desviación del 0,72 por ciento y que, por tanto, había cumplido el objetivo.

Y ha aseverado que "luego pueden rectificarlo, manipularlo, cambiarlo" y que él seguirá respetando las decisiones de los técnicos "en todo momento".

"No soy fanático de estar 0,1 arriba o 0,1 abajo", ha declarado el presidente regional, que ha asegurado que antepone "no recortar en sanidad, en educación, en empleo y en tantas políticas a quedar mejor" con Montoro.

"El anterior Gobierno no cumplió el déficit"

Asimismo, el presidente regional ha recordado que el anterior Gobierno regional, presidido por María Dolores de Cospedal, "a pesar de los recortes y los despidos" no cumplió el déficit en ningún año de la pasada legislatura y que tampoco el Gobierno central cumple con su objetivo de déficit.

En cambio, ha reivindicado que el actual Gobierno regional ha reducido las necesidades de financiación en un 50 por ciento de 2015 a 2016, "pero también atendiendo a las necesidades sociales".

También ha lamentado que, en la pasada legislatura, Castilla-La Mancha duplicó su deuda pública, y "no fue para hacer colegios u hospitales, sino que despidieron a 20.000 funcionarios y pidieron tanto en 4 años como en los 28 años anteriores no para hacer colegios, institutos o universidades, sino para echarlos abajo".