Hola, amigos. 

Podéis empezar a escribir sobre lo raro. 

El ganador de la semana pasada, dedicada a los abrazos, ha sido...: 

Elizeus 

Es demasiado tarde; lo sabe. Con profunda tristeza, abraza la cintura de su esposa. Eso detiene el vaivén del cuerpo que pende de la soga.

Un abrazo que llega tarde, mucho más tarde de lo que imagina el lector cuando empieza a leer, y de ahí la terrible, efectiva sorpresa del final. La profunda tristeza del protagonista no es consecuencia de una separación inminente o de una desgracia temporal; es consecuencia de un hecho definitivo, insalvable: el ahorcamiento de la mujer. El abrazo aquí es un gesto que ya no sirve para poner en comunión a dos personas, sino solo para detener el vaivén de un cuerpo inerte. Ese gesto que implica una comunicación íntima entre dos seres vivos se ha transformado en un intento vano de consuelo con el cadáver del ser querido. El texto se mueve hacia el colofón como solo saben hacerlo las mejores narraciones, dejando a salvo la sorpresa, y promueve en el lector la idea de una vida traumática del matrimonio (tanto como la muerte de la esposa), en la que el abrazo postrero del marido sugiere un enamoramiento inmarcesible e inconsolable. Enhorabuena, Eliseo Carranza, por el estupendo relato y por el premio. 

Otros micros pudieron haber ganado: 

NiñalaPuebla 

Su vida habría sido diferente si de niño hubiera recibido algún abrazo, se dio cuenta antes de morir desangrado.

Chasquen 

El esclavo negro fue azotado sólo por decirle a la hija del patrón que aquel espantapájaros nunca le iba a devolver los abrazos.

Juanbadaya 

En el proscenio del María Guerrero actor y actriz se abrazaron. Desde el patio de butacas un niño de 5 años protestó: Oye, ¡que es mi madre!

Nuria Rodríguez

Innumerables príncipes intentaron romper la maldición con un beso de amor pero solo el desesperado abrazo de su madre logró despertarla.

Saludos cordiales