Y los veinte poemas finalistas son:

Laoconte

En la tundra se pierden nuestras huellas,

mientras el mar engullendo heridas

duerme la siesta sobre un incendio de espuma.

Huracanblue

Añicos de cristal perfilan rostros mustios

Álgebra de peces muertos la luz del día

Tejida por el hilo fúnebre de las alambradas

Juanvi

La noche es monte de olivos

Desde las negras pupilas con voz de niño

La boca vacía emergiendo del mar.

Óscar Quijada Reyes

De lienzos coloridos a caras opacas.

De protagonistas a ausentes de la pantalla.

De intérpretes al silencio sepulcral.

Mari Carmen Pavón

Fuerza la montaña a llorar sobre el secarral

Y al albor surgen cosechas renovadas.

Los girasoles invaden el insomnio.

Lolee

El río dormido, un silencio sin orillas,

lleva

su tesoro de manzanas en el fondo

Iah

Las voces se evaporan en lirios rojos,

los ojos de diamantes se transforman

en lágrimas asfixiantes.

Ana Marìa

Como perro de tres cabezas acecha la montaña / Rosas nevadas y una densa niebla / atraviesan los espejos.

María José Viz Blanco

No te olvides de que existe

una montaña de caricias vírgenes

en mi maleta.

Heme

Valiente, huyes de la guarida del alacrán

descalzo por lóbregos desfiladeros

para no soliviantar al eco impío.

Pilar Alejos

Grita el eco en su pecho

y tiemblan sus pétreos gigantes

al atravesar la luz su piel de silencio

Ayalgamar

Tampoco las montañas pueden

apresar entre sus dedos

el aire.

Edmund

El veneno está en la cordillera nevada

tras los velos de rosas amapolas

se ocultan mejillas adolescentes.

Semìramis

Arde la sed__ Cristalitos de espuma y la voz grave de las gaviotas__ Lejano, con el ladrido de los perros llora el oleaje.

Eliseo

Las cuestas sonámbulas son sueños de cabras;

las veredas erróneas aletean insomnios;

en cada umbral de la sierra se despeña el horizonte.

Promesa

Me busco en el precipicio

de la lengua ambarina del tiempo

de la voz ocre del cuero, del whisky sin hielo

Camino

Cae el silencio sobre la cumbre, copo a copo.

La erizada sombra del roquedal tiende un altar

para el asesinato del sol.

Marta

Canta en soledad y danza sin pareja

metamorfosis en sus alas de seda

el resto de su vida escala el horizonte

Vianey Valdés

Pura desolada lejanía;

esfera azul suspendida en un pétalo

que aúlla su vértigo de vidrio.

BrujoAvería

No es un corazón, es un erizo que escupe hielo

sobre la cumbre envenenada de diamantes.

Habrá que amputar ese cielo gangrenado.

Tema de la semana que viene: “Recuperaciones”.