Vodafone España aumentó ligeramente su plantilla en los meses que antecedieron al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado en enero de este año. Los datos oficiales de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) indican que, al cierre del mes de diciembre, la compañía reportó una plantilla de 5.165 personas, lo que supone 40 personas más que al cierre del tercer trimestre.

Si ponemos el dato en términos interanuales, el aumento fue de 131 personas desde las 5.103 que empleaba la compañía al cierre de diciembre de 2017. A comienzos de 2019, la operadora de telecomunicación presentó un ERE para despedir a 1.200 personas, el 23% de su plantilla, un expediente que justificó por la adaptación de la compañía al nuevo entorno competitivo y por la necesidad de ajustar su plantilla a una nueva estructura, más simplificada y ágil.

En este sentido, la representación sindical envió un comunicado conjunto el mismo día de la presentación de ERE criticando la decisión y achacando el expediente a la mala gestión del equipo directivo. Entre estas protestas, el comunicado conjunto de UGT, STC y CCOO, los tres sindicatos con representación en el comité de empresa, advirtieron de las contrataciones que se producían en momentos de reducción de plantilla, lo que demostraba que no sobraba gente.

Contratación de perfiles digitales

Todos sabemos que tras un ERE se empieza a contratar de nuevo, como ya ha sucedido en ocasiones anteriores, hasta alcanzarse niveles similares de plantilla. Además de nuevo hay un nivel importante de personal externo que realiza funciones de internos y compañeros que realizan muchísimas horas extraordinarias”, indicaron.

Según la CNMC, en realidad el empleo -que no contabiliza externos- no ha aumentado considerablemete desde el ERE de 2015 tras la compra de Ono. En seis meses la compañía pasó de tener 6.116 trabajadores en el tercer trimestre de 2015, hasta las 5.153 al cierre del primer trimestre de 2016. El pico más bajo de empleo se produjo en 4.962 personas en el segundo trimestre de 2017 y el más alto en el segundo de 2018, hasta los 5.180 empleados. Es decir, entre los dos EREs los trabajadores han aumentado en apenas una decena de personas.

En el caso del aumento del último trimestre antes del ERE, en la compañía indican que se trata de un crecimiento mínimo motivado por la contratación de perfiles digitales. En el caso del aumento anual -de 131 personas- indican que en esas fechas no se preveía realizar un ERE, por lo que el crecimiento de las contrataciones se atribuye a una evolución normal del mercado.  

Condiciones finales del ERE

Con todo, el ERE y sus condiciones se acordaron con los sindicatos en febrero de este año, por lo que el impacto de los 1.000 despidos finales solo se notará a partir del segundo trimestre de este año. Desde hace dos semanas se están realizando todas las comunicaciones de despidos por lo que antes de Semana Santa se podrá tener una visión global de los afectados, tanto forzosos como voluntarios.

Las fuentes sindicales consultadas por este periódico indican que se están aceptando un porcentaje alto de voluntariedades, pero también un buen número de despidos forzosos. Los afectados por el ERE recibirán unas indemnizaciones de 50 días por año trabajado más un fijo de 6.000 euros lineales y un límite de 33 mensualidades, lo que supone superar largamente los 32 días que se ofrecieron en el comienzo del proceso. 

El cuanto a las prejubilaciones, el proceso se ha abierto hasta el año 2020, a partir de 55 años y con un 85% del salario bruto por un mínimo de cinco años. Desde los 55 a los 57 años se mantendrán estas condiciones hasta los 63 años, desde los 58/59 años hasta los 64 años y de más de 60 años, hasta los 65 años. En los sindicatos consideran que hablamos de un colectivo de 110 personas, que si se suma en su totalidad elevaría las salidas de la plantilla por encima de las 1.100 personas.

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