Después de triunfar durante todo el mes de agosto en la capital y pese a las restricciones impuestas a causa de la pandemia por la Covid, Lolita Flores (62 años) desembarca en los escenarios catalanes con su última obra, La fuerza del cariño, al lado de Luis Mottola (52). La mayor de las Flores estará en el Teatre Goya durante las próximas semanas, y con motivo de este estreno en Barcelona, la actriz ha concedido una entrevista en la que cuenta cómo está viviendo estos complicados momentos. 

¿Cómo se siente en Barcelona, ciudad con la que tiene una conexión muy especial?

Para mí Barcelona es mi tierra, tengo mitad catalana, además muy mitad y muy querida. Yo estoy en mi casa, lo hemos dicho por activa y por pasiva. Venir aquí por cuarta vez me hace muy feliz.

¿Cómo ha vivido el confinamiento junto con su hijo Guillermo (26)?

Date cuenta que han sido cuatro meses, casi cinco meses hasta que nos dejaron salir a la calle. Vivimos en un piso, yo no tengo un chalet de 250 metros, pero tengo un piso muy bueno alquilado, y llega un momento en el que hay roces. Sobre todo estábamos todos con esa incertidumbre, pero no porque nos llevemos mal. Mi hijo y yo seguimos viviendo juntos. Me reinventé y me salió bien la jugada, así que eso es lo que hay.

Lolita Flores junto a sus dos hijos, Elena y Guillermo Furiase. Gtres

¿Cómo ha mantenido el contacto con el resto de la familia?

Video llamadas, por WhatsApp que es lo más fácil.

¿Y qué va a suceder con el tema de la boda de su hija?

De ese tema no hablo hoy, ya estoy hablando demasiado.

¿Se ha quedado con alguna 'espinita clavada' por proyectos que no han salido por la pandemia? 

A lo mejor, de aquí a 10 días puedo decir algo. Secreto, es top secret. Yo volver a la música sí que tengo ganas. A lo mejor te digo que tengo en proyecto una gira para irme a América cuando pueda alternar La Fuerza del cariño y la música, tengo muchas ganas.

Ayer publicó un comentario en Instagram que generó alarma sobre su supuesta situación...

Digamos que son mis reflexiones, que muchas veces no son cosas personales. Son cosas que te cuentan, que ves o de gente de la que te acuerdas en momentos determinados. Ahora que tienes un momento dulce quizás recuerdas otros momentos un poco más desagradable, pero creo que era un mensaje muy positivo. Hay gente para todo, y hay gente que son manipuladores de sentimientos, pero también hay otra gente que te da la vida. Son mis reflexiones, a la vista está que yo estoy muy bien, no hay por qué llevarlas a un momento vivido. Me encanta escribir por las noches y escribo pensamientos, no hay más. No es un problema que me esté pasando a mí.

¿Le apetecería hacer algo relacionado con la escritura como un libro o una biografía?

No. Antes escribía mucho en Facebook, ahora lo he trasladado a Instagram, son vivencias, pensamientos, cosas que te cuenta la gente, comentas con la gente y cuando llegas y estás sola reflexionas y escribes. Es una manera de desahogarse también. Yo me suelo acostar bastante tarde, no puedo llamar a nadie y lo tiro. Muchas otras veces escribo que estoy feliz, que estoy con mi nieto. Hubo mucha polémica porque escribí un día que me gustaría escribir mi historia en ese tesoro que tengo que es la espalda de mi nieto. Es una metáfora, como comprenderás no le voy a hacer un tatuaje. La gente se lo toma como quiere y a mí me da igual.

¿Ha cambiado en algo la Lolita de antes del confinamiento y la de ahora?

Sigo siendo la misma, con más miedo y con mascarilla, que por cierto me estoy asfixiando. Así no me pinto de nariz para abajo.

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