Mario Casas no es solo uno de los actores más aclamados del cine español, también es un ejemplo de constancia física y mental.
A sus 39 años, el protagonista de La cena ha logrado mantenerse en un estado de forma envidiable.
Su rutina de entrenamiento, disciplina alimenticia y hábitos saludables explican cómo mantiene ese aspecto joven que lo ha acompañado durante casi dos décadas de carrera.
"Voy al gimnasio cinco días a la semana e intento descansar. Lo que más cuesta cuando empiezas a entrenar y te gusta es descansar, pero hay que hacerlo", confesó el actor en una entrevista para GQ.
Esa frase resume su filosofía: trabajar duro, pero también escuchar al cuerpo. Casas entrena bajo la supervisión de su entrenador personal, Fran Carmona, quien combina ejercicios funcionales y técnicas de boxeo para mantenerlo ágil, fuerte y definido.
"Lo combino en el entrenamiento unos cuatro días a la semana", explica. "Entreno con un campeón de España de peso pesado, Álex, y esto me sirve de cardio, si no me quedaría en nada", afirma.
El actor ha apostado por un estilo de vida que no solo pasa por levantar pesas: "Me gusta correr y salir a una buena hora y hacerme... ocho o diez kilómetros. Si puedo, trotando despacio, no de una manera fuerte y buscar siempre alternativas".
Para él, el movimiento no es una obligación de gimnasio, sino una forma de conectar con su mente y su entorno.
"Entrar en esta rutina con el objetivo de estar fuerte, sano, con energía durante el día te cambia la vida", afirmó.
Su alimentación es igual de meticulosa. "Me levanto muy temprano, tomo un plato de verduras con claras de huevo y pavo. Una hora después me voy al gym. Durante el entrenamiento tomo un batido de proteínas, BCA y glutamina", explica.
"En total, contando batidos de proteínas y todo, hago seis comidas al día y bebo unos tres o cuatro litros de agua para recuperar e hidratar", explica.
La rutina de Casas
Su día está diseñado para mantener el metabolismo activo sin caer en excesos. "Los dulces son mi talón de Aquiles, por eso intento comer lo más limpio posible", admite con humor. Además, desde hace tiempo eliminó dos hábitos que considera nocivos: el tabaco y el alcohol.
"Llevo ya unos meses sin fumar ni beber alcohol y la vida te cambia en todo. La manera de verlo todo cambia. Socialmente, cómo comes y cómo piensas ¡Todo!", reveló en El Hormiguero.
La combinación de esta vida libre de vicios, ejercicio equilibrado y descanso adecuado ha transformado completamente su físico y energía.
A punto de cumplir 40 años, Mario Casas parece haber encontrado la clave para envejecer sin perder vitalidad: constancia, salud mental y una rutina pensada en el bienestar.
Hoy, más que un cuerpo trabajado, el actor presume de equilibrio. Y lo deja claro en cada entrevista y entrenamiento: mantenerse joven es una actitud, no un número en el espejo.
