Después de ocho años, Argentina ya vuelve a tener primera dama: Juliana Awada, de 41 años y tercera esposa de Mauricio Macri, el recién elegido presidente del país. Nacida en el seno de una familia de clase media acomodada, recibió una educación bilingüe en el Chester College de Belgrano (Buenos Aires) y jugaba al hockey y al golf en el club San Andrés.

Vivió su adolescencia viajando a los desfiles pret-a-porter de Nueva York y París. Tras la secundaria, estudio Diseño en Inglaterra. Un futuro profesional prometedor que quedó interrumpido por un matrimonio prematuro y fugaz, a los 23 años, con Gustavo Capello.

Afortunadamente su madre, Elsa Esther Baker de Awada, también conocida como Madame Awada en el mundo de la moda, la rescató para la empresa textil familiar que crearon en los años 60.

Allí Juliana se encarga del diseño y ha conseguido revolucionar la marca, dándole una imagen más juvenil. Awada cuenta con 13 locales propios y una facturación anual estimada en 25 millones de pesos (10 millones de euros).

Juliana con su hija Antonia y la vicepresidenta del país, Gabriela Michetti Instagram

Tras su separación, Juliana comenzó a salir con el conde Bruno Laurent Barbier. Un aristócrata bonaerense con una fortuna familiar estimada en casi 400 millones de euros. Nunca se casaron porque la relación no terminó de funcionar, pero tuvieron a Valentina, que ahora tiene 10 años y a la que Macri quiere como si fuera una hija.

La nueva primera dama argentina es apodada la negrita en su país, por el color moreno de su pelo y el tono tostado de su piel que revelan su origen sirio-libanés. Es una it girl, que combina prendas clásicas y sus propios diseños para Awada con ropa hippy. Es muy elegante en todas sus apariciones públicas, sobre todo nocturnas. Su color favorito es el negro y suele llevar bolsos de Hermès.

Juliana es considerada una de las ir girl de Argentina Instagram

La definen como una mujer de carácter vital y que siempre está de buen humor. Algunos medios argentinos la han bautizado como “la dama educada para sonreír”. Es líder del grupo femenino "sub 40". Sus mejores amigas son Agustina Ayllón, esposa de Francisco De Narváez, diputado nacional y accionista de América TV, e Inés Peralta Ramos, perteneciente a una de las familias aristócratas más importantes de Argentina, los Blaquier.

Wanda sólo participa en actos de carácter social Instagram

Awada huye de los enfrentamientos, tanto que ha conseguido que Macri se siente a cenar con sus oponentes políticos. No le gusta la política aunque ha estado al lado de su marido durante la campaña electoral. Pero sus únicas participaciones son en eventos solidarios del partido Propuesta Republicana (PRO) y no está previsto que esto cambie ahora que se ha convertido en primera dama.

Se conocieron en el gimnasio

El gimnasio Ocampo, un club que cuesta 5.000 euros al mes, fue donde Mauricio y Juliana se conocieron. Al principio sólo compartían entrenador personal. Él estaba casado con María Laura Groba, de la que se separó en 2010, dicen que ya enamorado de Awada.

En poco menos de un año de relación, Juliana se convirtió en primera dama porteña. Se casaron en noviembre de 2010 en el complejo de Costa Salguero. Macri, por entonces jefe del Gobierno de Buenos Aires, pronunció el "si, quiero" a la vez que le dedicó unas románticas palabras: "Gracias por haberme elegido, gracias negrita, mágica, única y hechicera. Ahora mi estado civil es feliz".

Macri y Wanda se casaron en noviembre de 2010 en Costa Salguero Instagram

 

"No es que yo viera a Mauricio y me enamorara la primera vez, pero cuando empezamos a salir inmediatamente sentí que era el amor de mi vida", confesó ella en una entrevista al diario Clarín.

Terminó de enamorarse de él una mañana cuando le vio aparecer en televisión con un moretón en el ojo. Él dijo en directo que había recibido un codazo en un partido de fútbol. Era mentira; Valentina, la hija de Juliana, le había pegado una patada sin querer.

La pequeña Antonia ha pedido el voto para su padre Instagram

Cuando apenas llevaban dos semanas de relación, Juliana le presentó a Mauricio a su madre. Ésta, al ver que su hija estaba tan entusiasmada, le dijo: "No te hagas el vivo con mi hija porque te corto los huevos...".

En octubre de 2011 tuvieron una hija, Antonia. La niña, de cuatro años, es la menor de los cuatro hijos de Macri y ha tenido un papel importante en la campaña de su padre. Con su encanto y dulzura ha intentado captar votos a través de las redes sociales.

Juliana le dio un efusivo beso a su marido tras el debate PRO

En el PRO han valorado mucho el papel de Juliana en la campaña. El espontáneo beso en pleno escenario, tras el último debate electoral, dio la vuelta al mundo. Él esta “hechizado” por ella y Awada "ha hechizado al electorado", resume una colega diputada.

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