La Diputación de Valladolid ha aprobado en el pleno de enero una proposición del PSOE para reclamar respeto a las competencias municipales en patrimonio. El diputado socialista Carlos Mangas ha argumentado esta proposición “por los problemas que está generando para la administración local y para los vecinos la dificultad para adaptar las viviendas a las necesidades actuales, lo que está haciendo en muchos casos que los centros históricos se queden abandonados”.

“Las tramitaciones para poder edificar una vivienda en el casco histórico en ocasiones se retrasan hasta el año o simplemente no se autoriza”, ha asegurado Mangas al tiempo que ha añadido que se está produciendo “una falta de respeto a la autonomía municipal después de que los ayuntamientos aprobamos el Plan Especial de Conjunto Histórico”.

El grupo popular se ha abstenido en la votación y el diputado provincial Alberto Collantes ha planteado que “el patrimonio no es un problema, es algo por lo que debemos velar todos”. Collantes ha apuntado que “los ayuntamientos que tienen plan especial de conjunto histórico tienen que ayudar a sus vecinos”.

Sí que ha apoyado la proposición la diputada de Ciudadanos, Pilar Vicente, qué se ha planteado “de qué sirve que la provincia esté rodeada de un riquísimo patrimonio cultural si los pueblos acaban quedándose sin gente si los vecinos no pueden realizar las obras que requieren para poder vivir en ellos; la protección del patrimonio no puede suponer un impedimento para la vida en el medio rural”.

También ha votado a favor Toma la Palabra, cuyo portavoz, Salvador Arpa, ha indicado que “tiene que existir cierto control, porque también hay ejemplos de construcciones junto a BIC que no respetan el entorno patrimonial”.

El único voto en contra ha sido el del diputado provincial de Sí se Puede, Héctor Gallego, que ha argumentado que “los centros históricos se deben gestionar desde una perspectiva de conjunto, manteniendo los servicios y la vida compatible en ellos”.