La Policía Local tuvo que acudir en la noche de este jueves a un singular aviso tras llamar un conductor que había visto un jabalí junto al río Tormes.

En concreto, atravesando el puente de Sánchez Fabrés en dirección hacia Salas Bajas, donde se perdió su rastro después del campo de rugby.

No es la primera vez que esto sucede en la capital al llegar el invierno, pues esta zona es senda de paso de estos animales. Y es que los jabalíes cada vez se acercan más a las ciudades en busca de alimento.

El problema está en que estos animales se apoderan de las cosechas de los campos del alfoz de la ciudad e incluso llegan a la periferia, donde sobreviven gracias a la comida de los contenedores. Este alimento facilita su reproducción y posterior expansión. También hay que tener en cuenta que las licencias de caza han disminuido y cada vez se sienten más cómodos en zonas rurales.