La noche cayó y el cielo de Valladolid se iluminó. El recuerdo de los motoristas que perdieron la vida desarrollando su pasión ha llenado de emotividad las calles del centro de la ciudad pucelana gracias a las antorchas que unos cientos de los inscritos en Pingüinos han portado en su honor.

El Desfile de Antorchas es uno de los grandes eventos de Pingüinos, una tradición que llega adentro y hace que Valladolid brille de manera única. Este evento que se realiza desde la primera quedada ‘pingüinera’ ha vuelto a encender las pasiones de los moteros.

Un paseo que comenzó en la calle Vicente Mortés y recorrió Poniente hasta llegar a la Plaza Mayor, donde los fuegos artificiales han puesto el broche de oro a un desfile para el recuerdo. Por los que están, por los que vendrán y, sobre todo, por los que se fueron.

Ruido ensordecedor de motores y estelas de luz y humo que han sido disfrutadas por cientos de vallisoletanos que no se han querido perder un espectáculo digno de ver. A pesar de que la tarde amenazaba lluvia por unas nubes que querían descargar, la noche ha sido apacible, con un frío aguantable. Y más si se trata de unirse para brindar por el recuerdo de los motoristas fallecidos.

Un desfile que pone el cierre a las actividades llevadas a cabo por Pingüinos en el centro de Valladolid y que comenzaron esta mañana con el Desfile de Banderas y la exhibición en el Paseo Central del Campo grande. Pero no acaba ahí la cosa, ya que aún queda cuerda para rato en las instalaciones de la Antigua Hípica Militar.

Para la noche de este sábado están programados los conciertos de Rock & Roll Circus y de Celtas Cortos, además de un espectáculo subido de tono. Se espera que el total de inscritos superen los 22.000, una cifra que hace ver que el balance de Pingüinos 2017 es más que satisfactorio. Pero todavía queda mucho por disfrutar hasta que mañana domingo se eche el cierre hasta el año que viene.