María Casado es una de las profesionales más cercanas que existen en televisión. Tanto que, cuando te planta dos besos, son de esos de abuela, de esos que suenan, de los que se nota que llevan afecto. También sus abrazos. Y ahora, tras esta maldita pandemia del COVID que nos ha vuelto más fríos y tras año y medio alejada de Madrid, uno de sus achuchones se antojan de lo más reconfortantes.

Año y medio alejada de Madrid porque, de un día para otro, la dirección de TVE sorprendía apartándola de La Mañana de La 1 sin una razón aparente, para después anunciar que Mónica López sería su sustituta de cara a la nueva temporada.

Sólo unos días después, con lágrimas en los ojos, Casado se despedía de la que era su casa para dedicarse a otros comentidos profesionales en RTVE. "Sólo decirles que les quiero mucho y hasta siempre", decía la profesional. El sentir de muchos compañeros en la casa y, de la prensa televisiva, fue de una proofunda amargura. 

Por eso, ver sus ojos llenos de ilusión a la hora de presentar Las Tres puertas, su nuevo programa en La 1, en pleno prime time, y con las llaves de la histórica La casa de los Martínez en las manos, te lleva a pensar que el destino ha hecho justicia con una periodista que nunca debía haberse marchado de la tele de todos.

Y es que, una enamorada del archivo de TVE, la presentadora no dudó en comprar en una tienda de coleccionistas esta llave que se entregaba a los famosos que acudían al programa de televisión como recuerdo. Ahora, en homenaje a aquello, Casado entregará una llave similar 3.0 a los invitados a su programa. Esta noche, a partir de las 22:40 horas, se entregarán las primeras.

¿Por qué el nombre de Las tres puertas?

Le puse nombre y Antonio me lo remató. A mí me recordaba a una fábula de Sócrates que habla de las tres puertas, que eran los tres elementos que tenían que producirse para tener una buena conversación: que sea bueno, que sea verdad y que me aporte algo. Esas tres premisas se tienen que dar en todas las conversaciones. Antonio me dijo que el teatro griego había tres puertas: la de los dioses y dos para los semidioses. Entonces vimos que habíamos acertado.

¿Están abiertas las puertas para todo tipo de invitados? ¿Alguien como Isabel Pantoja?

La única premisa es que no hay políticos porque creo que tienen otras ventanas en esta casa. E Isabel Pantoja, ¿por qué no? Necesito gente con historia, con bagaje. Claro que sí. Esta es la casa de todos. Desde los que son muy conocidos hasta los que no. Vamos a acercar a gente que es muy destacada en su profesión, pero menos conocida. Y eso va desde médicos, poetas, investigadores... No quiero hacer un programa elitista. Me niego a no hablar de la inteligencia artificial. 

Maria Casado.

¿Se hablará cada día de un tema?

Queremos hablar de la vida, que haya variedad en disciplinas e intentar hacer el abanico de edades, desde Nathy Peluso a Carmen Posadas. Intentar que ese programa vuelva a recuperar parte de cuando te sentabas a ver la tele en familia. Llegamos con mucha humildad, pero con mucha valentía.

La última entrevista que concedió Rocío Jurado fue a Jesús Quintero, algo que ahora tiene un incalculable valor. Este programa entiendo que también sirve para eso, para que el archivo de TVE se engrose con este tipo de entrevistas más pausadas...

Yo soy una loca del archivo de esta casa. Por aquí ha pasado todo el mundo que eran referencia: deportistas, premios Nobel, escritores, actores... Había un nivel muy alto. Y a mí me apetece incorporar ese archivo dentro del programa, es un grito para decir que esto puede hacerse. Es verdad que tienen que darse muchas cuadraturas: la locura de presentar y la locura que los invitados te digan que sí. Mi premisa es que aquí no se va a juzgar o prejuzgar. Habrá gente de todo tipo. Ahí está la riqueza. Si la charla se hace con respeto y bajo el marco legal que nos ampara, se puede ser valiente. Hay gente que tiene la sensación de que ya no hay ese espacio y tenemos que pelearlo. 

Una de las cosas que se le pide a TVE es la música en directo. Aquí también tendrá un hueco importante...

No sé si viste Blanco y negro, el programa que hicimos para Prime Video. Hemos recuperado esa ambientación porque nos dimos cuenta que un invitado con esa ambientación entra rápido. Con un piano entra rápido en la conversación. Para mí es un elemento narrativo. Tendremos un pianista todas las semanas que acompañe a esas charlas. Esa música era imprescindible por la verdad. Si se le va la voz, no pasa nada porque tiene mucha magia. Me he empeñado también en que haya poesía. Yo me acuerdo que en La bola de cristal se hacía. Ahora hay poetas muy chulos. ¿De verdad que en prime time? ¿En La 1? Hasta ellos dudaba. Pero, ¿por qué no? Espero que tire. Confío en el bebé. 

Presentación de 'Las tres puertas' en Barcelona.

¿Qué es para ti Antonio Banderas?



Mi ángel de la guarda. Ha cambiado mi vida. Es verdad que en estos dos últimos años hemos trabajado mucho y sobre todo me ha permitido ser muy libre de mente, que no me ponga frenos o techo. A mí mentalmente me ha ayudado mucho. Para mí es un amigo y es sincero. Esto acaba naciendo de muchas conversaciones. Él sentía que nos hemos retraído a la hora de abrirnos y que hay que abrir esa puerta. Llega en buen momento. Me apetece otro tipo de televisión. El otro día lo hablaba con Jordi Évole: el espectáculo de la palabra. Me niego a que se quedé apartada porque al final es la conversación entre todos, el mirarnos, el charlar, el poder tocar. Eso no se puede perder y eso tiene que ser en directo.

¿Cómo ha sido la vuelta a TVE?

Son cosas que suceden. Regresar no entraba en mis planes. Con la productora hacemos un montón de proyectos y cuando nos llama TVE, les dice qué es lo que querían. Nada más plantear el programa, les encantó. Tiene ese ADN de tele pública tanto por el contenido como por los invitados, la puesta en escena que es una preciosidad. Habrá construcción de decorados cada semana. Todos los programas van a ser diferentes. El equipo artístico de San Cugat está haciendo un trabajo inmenso. Me siento un poco loca al presentar este proyecto porque parece que es algo subversivo ponerte hacer un programa de charla y conversación. Nos hace tanta falta que vamos a intentarlo.

¿Esto abre las puertas a más proyectos?

Vivo al día. Sigo trabajando en Teatro Soho TV. Mi plaza en TVE ya renuncié. Me desvinculé de esa parte cuando decidí salir. Si surge la posibilidad de otro proyecto, bienvenido sea. Pero ojalá estas puertas duren muchos.

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