"No lo vi, pero si esto fue así es grave e invita a la reflexión. Todo al revés. Qué prado de pena", escribía este martes el creador de La que se avecina y El Pueblo, Alberto Caballero, después de que la actriz Ruth Díaz le informara en redes que Sandra Barneda había insistido anoche a los espectadores para que cambiaran de canal a Cuatro para seguir viendo El debate de las Tentaciones, cuando a esa hora empezaba El Pueblo en Telecinco. 

Unas palabras que efectivamente invitaban a la reflexión sobre la estrategia que ha llevado y está llevando Mediaset España con su ficción, y que le ha llevado a que el público le de por completo la espalda a tener de los datos obtenidos por El Pueblo y Madres. Amor y vida estas dos semanas. 

Para entender este fracaso -ambas series apenas superan el medio millón de espectadores- hay que irse hasta febrero de 2020. Entonces, apenas un mes antes de que estallara la pandemia del COVID, Mediaset España reunía a los medios para presentar una serie de acuerdos con Amazon Prime Video para que la plataforma emitiese algunas de sus series en exclusiva durante no menos de seis meses. Entre ellas se encontraban El Pueblo, Señoras del (h)AMPA, Caronte y Madres. Amor y vida. 

Sólo unos meses después, ya en plena crisis sanitaria, también se unían La que se avecina y Desaparecidos. Asimismo el grupo llegaba un acuerdo con Disney + para la emisión de Besos al aire en su nuevo canal Star. 

"Es una política de convivencia, de hacer un camino juntos. Y los hechos demuestran que podemos ser complementarios", comentaba el director general de Contenidos de Mediaset España, Manuel Villanueva, en clara referencia al buen funcionamiento que habían tenido El Pueblo y Vivir sin permiso a pesar de poder verse en plataformas. 

"La ficción ha llegado a un momento en donde el planteamiento de producción empieza a asemejarse al cine, también por la cantidad de actores que han ido apareciendo en el escenario los últimos años. Y, por tanto, cuando te planteas producir una serie tienes que hacerlo con un plan de negocio y producción prácticamente como lo haces en el cine: buscando diferentes elementos de financiación", añadía. 

De esta manera, la partida de otros ingresos de Mediaset España (actividad cinematográfica, Internet, ingresos del contrato de servicios con el canal Real Madrid TV, ingresos de las suscripciones a Mitele Plus y venta de derechos) se disparó hasta 61,1 millones de euros en el primer semestre de 2020, hasta los 107,3 millones a final de año. A priori, un negocio redondo. 

Un espejismo

Sin embargo, aquel buen funcionamiento en abierto de El Pueblo y Vivir sin permiso fue un espejismo, y todas las demás series que se han ido emitiendo en Telecinco tras su paso por Amazon Prime Video han sido un fracaso en términos de audiencias. 

La primera en demostrar que el público había dado la espalda a la ficción de Mediaset fue Señoras del (h)AMPA. Tras un año guardada en un cajón, la segunda temporada tuvo que ser relegada al late night de Cuatro tras fracasar tanto en el prime time de Telecinco como en el del propio Cuatro. 

Incluso La que se avecina sufrió este nuevo tipo de emisión. La serie de los hermanos Caballero cerró la primera parte de su duodécima temporada con una media de un 13,7% y 1.580.000 espectadores, cinco puntos y un millón de espectadores menos que su anterior temporada (18,8% y 2.521.000 espectadores).

Tras esto, Mediaset decidió que lo mejor para Caronte, la única de sus series que Amazon Prime Video había emitido en exclusiva que no había conseguido su renovación, sería emitirse en Cuatro. Y aunque tuvo un notable estreno, poco a poco fue cayendo hasta despedirse por debajo de los 400.000 espectadores.

La siguiente prueba ha llegado con la emisión de resto de capítulos de la primera temporada de Madres. Amor y vida, y el estreno de la segunda temporada de El Pueblo. Ninguna ha funcionado, con datos cercanos al medio millón de espectadores, y llevando a Telecinco a quedarse por debajo del 10% en prime time. 

Maltrato constante

Una de las claves de este mal rendimiento está, por supuesto, en el hecho de que son series que ya se pueden ver en una plataforma como Amazon, que cuenta con una base sólida de suscriptores. Pero también hay otros factores como el maltrato en su emisión, su nula promoción o que la audiencia ya no identifica a Telecinco con ficción. 

En el caso de Madres, por ejemplo, se decidió cortar sin ninguna explicación razonable la emisión de su primera temporada en el octavo capítulo, dejando los cinco restantes para un futuro sin especificar. Su regreso el pasado martes se hundió con un 5,1% de share  con 495.000 espectadores.

Tampoco podemos obviar la nula promoción con la que han contado estas series. Y es que ni Madres ni El Pueblo han tenido ruedas de prensa o entrevistas en medios. Y eso que cuentan con rostros como Belén Rueda, Mónica Cruz, Santi Millán o Carlos Areces. Lo único han sido promociones en los distintos canales de Mediaset. 

Por último, y no por ello menos importante, el espectador identifica a  Mediaset con el género del reality y no tanto con la ficción. De hecho en estos momentos cuenta con dos programas de telerrealidad en su parrilla que ocupan hasta cinco noches a la semana.

A todo ello hay que sumar que son programas que se alimentan de la polémica y el conflicto, tal y como sucede con otros espacios de su parrilla como Sálvame. De esta manera, el público acude a Telecinco no en busca de nuevas historias o formatos sino de la disputa.

De esta manera, la partida de otros ingresos de Mediaset España ha pasado de 61,1 millones de euros en el primer semestre de 2020 a 35,84 millones de euros el primero de 2021, lo que supone una reducción del 41,4%.

En este contexto no es de extrañar que el grupo tenga cada vez menos proyectos de ficción a la vista y que la mayoría de ellos vengan de la mano de Amazon como Madres, El Pueblo, Desaparecidos o Días mejores. También preparan EntrevíasEl Emérito, y Detective Romi.

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