A pesar de que tan solo estamos en julio, el próximo jueves 22 RTVE hará un importante anuncio sobre Eurovisión. Por primera vez en años, el ente público comienza a trabajar en el Festival en verano, dejando así constancia de esta nueva era de la corporación en la que pretenden tomarse muy en serio el certamen europeo. 

Pero si hay algo que está llamando la atención sobre esta noticia es el emplazamiento que se ha elegido para dar el anuncio: Benidorm. Allí, la nueva directiva dará una gran noticia y, como no podía ser de otra forma, los eurofans han comenzando a hacer sus cábalas sobre qué será. ¿Estamos ante el regreso del Festival de Benidorm?

El Festival Español de la Canción de Benidorm fue un certamen musical que se celebró anualmente en la ciudad alicantina desde 1959 hasta 2006, salvo en años concretos como 1979 o 1992. El objetivo de este festival era promover, por un lado, la ciudad de Benidorm, y por otro, la música española y nació a imagen y semejanza del popular Festival de San Remo italiano.

Pero ¿es buena idea rescatar este festival? Lo cierto es que sí, siempre y cuando se haga de la forma correcta. Desde luego, el concepto de un festival con identidad propia que sirva como preselección para Eurovisión es una grandísima noticia. Pero para que tenga futuro es necesario hacer las cosas de forma adecuada y lo más importante es escapar de la imagen casposa que acompañó a este festival durante sus últimas celebraciones.

Y es que el Festival de Benidorm gozó de un importante prestigio durante las décadas de los años 60 y 70. Entonces, artistas de la talla de Julio Iglesias, Dúo Dinámico, Raphael, Karina o Víctor Manuel se daban cita en este certamen. 

Carlos Lozano y Norma Duval en el 'Festival de Benidorm' del año 2000.

Sin embargo, la tercera y última etapa, que arrancó en 1993, significó el fin del certamen. A pesar de que en 2004 el festival se convirtiera en Internacional, su 39º edición fue la última debido al escaso interés tanto del público como de los medios de comunicación. Durante estos años la repercusión mediática fue nula, venciendo artistas como Alazán, Coral Segovia o La Década Prodigiosa. Una decadencia absoluta que fue una buena representación de la Valencia corrupta de la primera década del siglo XXI.

Pero no es la primera vez en los últimos años que RTVE trata de resucitar este formato. Tal y como relata el usuario de Twitter José Antonio Ayala, en 2017 ya se barajó un festival similar que sería un gran evento musical y cultural que posicionara Benidorm a nivel nacional e internacional. La idea, por aquel entonces, era realizar una serie de conciertos de grandes artistas y una competición de jóvenes promesas.

El premio último por ganar este certamen sería acudir a Eurovisión como representante español. Sin televisión no hay posibilidad alguna de éxito y la idea era recurrir a TVE para impulsar el evento. 

Por su parte, la presencia de la Generalitat, que entonces se encontraba trabajando en la reapertura de RTVV, ofrecía apoyo gubernamental, facilidades burocráticas y una televisión que empezaba en la primavera casi de cero y veía en Benidorm la posibilidad de poder lanzar su propia marca.

Ahora, la propia Generalitat ya ha confirmado a través de redes sociales que existe un acuerdo entre RTVE para levantar un gran evento en Benidorm relacionado con Eurovisión. Según las primeras informaciones, el evento no es de TVE, sino que lo producirá para televisión y se maneja un contrato de larga duración de 3 a 5 años. Además, las discográficas parecen que tendrán su cuota de protagonismo. 

Abandonar la imagen rancia y anticuada, principal objetivo

Para que este Festival de Benidorm tenga un largo futuro en televisión habría que desquitarse de esa imagen rancia y anticuada que le acompañó en su última etapa. Lo ideal será tratar de convencer a artistas reconocidos, pero que también sea un escaparate para los nuevos talentos, que convierta al Festival en un referente musical como ocurre en otros países de Europa, donde competiciones como el Melodifestivalen (Suecia) o San Remo (Italia) tienen la misma o más importancia que el propio Eurovisión.

Porque sin buena música no hay buenos resultados. Por tanto, poner a la industria musical a favor, para que los mejores productores y cantantes se den cita, es una obligación. Que no haya interjerencias ni intereses ocultos, una máxima. En definitiva, que de lugar a un proyecto de calidad tanto musical como televisivamente que sabemos, porque hay talento en nuestro país, que se puede dar. 

Que RTVE esté trabajando en Eurovisión desde verano es, desde luego, un buen indicativo de que se quieren hacer las cosas bien. José Manuel Pérez Tornero, el nuevo administrador del ente, ya lo dejó bien claro: "Nos vamos a tomar muy en serio Eurovisión", explicaba el presidente hace unos meses. 

Además, quiso recalcar que "TVE es la única televisión pública española que pertenece a la UER" y mostró su interés por "el evento y el contacto con la juventud en su contexto europeo"."Nos interesa el evento en su naturaleza europea, de contacto de la juventud. Igual que el Erasmus ha funcionado como un programa europeo de éxito, Eurovisión está teniendo una popularidad entre sectores de la juventud y es una ocasión de encuentro en Europa", dijo.

Poner en marcha un festival de estas características será una apuesta arriesgada y complicada. Pero hacerlo bien es cuestión de trabajo y ganas. El éxito está en las manos de RTVE y si sale bien, puede convertirse en un evento único que aúne lo mejor de nuestra música y nuestra cultura, tan rica. 

Que no volvamos a vivir bochornos como el de la última preselección de Blas Cantó debería ser el principal objetivo. Hay que recordar que estas preselecciones llegan también a otros puntos de Europa, y hacerlo bien puede ser un buen primer paso para el triunfo de España en Eurovisión. 

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