La artista italiana Raffaella Carrá ha fallecido a los 78 años. Una mujer que ha entrado su vida al mundo del espectáculo como pocas, ya que era capaz de hacer prácticamente de todo de forma excelente.

La intérprete de temas como Rumore, Hay que venir al sur o Fiesta nunca quiso ser artista: ella soñaba con ser coreógrafa, y quizá por ello hizo de sus puestas en escena su mayor sello de identidad. “En el escenario una debe dar toda la energía que tiene a las personas que la necesitan un poco” reconocía la italiana la vez que visitó a Carlos Sobera en Volverte a ver, en Telecinco.

Raffaella Carrá fue una artista 360 que cantaba, que bailaba, que actuaba. Deja un currículo en el que aparecían más de 30 series y películas, algunas de coproducción internacional con España. Se dejaba la piel para cualquier papel, y quien dice la piel, dice el pelo.

Cuando se estaba preparando la película ‘Comando al infierno’ (también conocida como ‘La batalla del último Panzer’) de José Luis Merino se presentó al director con su melena habitual. Como su personaje se tenía que hacer pasar por un soldado alemán del bando nazi para poder sobrevivir, Raffaella volvió a la oficina del cineasta días después, con el cabello cortado, para demostrar que si se comprometía con un proyecto lo hacía hasta las últimas consecuencias. Huelga decir que el papel fue para ella.

Raffaella Carrá.

Una maestra de la televisión

Raffaella Carrá llega a Televisión Española para un programa de Señoras y señores, y eso hizo que le picase el gusanillo de nuestro país. “No tengo ninguna ascendencia española, pero es como si hubiese nacido y vivido siempre aquí”, aseguraba. Tal fue el éxito cosechado por aquel espacio que los directivos del canal decidieron dedicarle una de las ediciones de La hora de…

Quizá por esa conexión con nuestra tierra, Raffaella María Roberta Pelloni, su nombre real, se convirtió en una de las presentadoras más emblemáticas de Televisión Española (y de las privadas). Cuando se ponía al frente de cualquier programa aportaba un sello propio maravilloso, ácido y mordaz. Que su lengua materna fuese el italiano no era un problema para responder con rapidez, o para hacer preguntas que poco se atreverían.

Por ejemplo, nos dejó hilarantes momentos durante sus años de presentadora del programa ¡Hola, Raffaella!, como por ejemplo, la vez que habló con una señora llamada Fuensanta. La Carrá no entendía aquel nombre, y sacó sus propias conclusiones. “Ah, fue santa, ahora menos”.

En aquel mismo espacio en el año 1992 tuvo de invitado a Maradona, el cual fue hipnotizado por Tony Kamo, el habitual hipnotizador del programa. Kamo hizo que Maradona se quedase rígido y lo colocó sobre unos taburetes y se sentó encima de él. Fue entonces cuando Raffaella Carrá, quizá dudando de la capacidad de Kamo, gritó: “Tony, no las piernas no, cuestan mucho dinero”. Ella, por un momento, vio a Maradona con las piernas partidas presentando una millonaria demanda contra el programa.

Siempre supo jugar con una imagen sexy y sofisticada ante las cámaras, aunque ello le produjese malas jugadas. En su Italia natal estaba una vez vestida con un traje sensual de color negro con transparencias, y ya en directo se entera de que tiene que entrevistar, con semejante look, a la madre Teresa de Calcuta.

'¡Hola, Raffaella!'

Una artista que parecía incombustible

Raffaella Carrá se convirtió en una especie de talismán para Televisión Española, y años después de Hola, Raffaella o En casa de Raffaella volvieron a llamar a la italiana para proyectos puntuales. Así la vimos en Salvemos Eurovisión, la preselección de Eurovisión de 2008. O en la gala de los 60 años de Televisión Española, donde se consagró como icono de nuestra pequeña pantalla.

En los últimos años, Raffaella Carrá fue coach de La Voz en Italia, y fue la equivalente de Bertín Osborne en el Mi casa es la tuya del país de la Bota. En 2019 estrenó ese el formato de entrevistas, bautizado A raccontare comincia tu. Por su casa pasaron Sophia Loren, Riccardo Muti, Maria de Filippi, Leonardo Bonucci y Paolo Sorrentino.

Dado que Raffaella parecía una artista incombustible, muchos soñábamos que ella fuese una de las presentadoras del próximo Festival de Eurovisión, que en 2022 se celebrará en Italia. Algo con lo que finalmente nos quedaremos con las ganas, mientras movemos el cuello al son de sus canciones.

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