Donald Trump y Hillary Clinton se han erigido como los grandes ganadores del “Supermartes”, una fecha decisiva de las primarias presidenciales de Estados Unidos. Tras esta victoria, ambos se convierten en los grandes favoritos para enfrentarse en la carrera por la Casa Blanca. En la votación interna demócrata, Hillary Clinton ha logrado imponerse gracias al respaldo cosechado en el sur del país, donde el electorado hispano y afroamericano tiene un peso notable. El controvertido magnate republicano no goza de grandes apoyos en estos colectivos, lo que beneficiaría a la exsecretaria de Estado en un combate por la presidencia. Además, Trump también ahuyentaría a aquellos votantes más moderados o de centro. Todas las miradas apuntan ahora al 15 de marzo, ya que este día se realizarán elecciones en cinco estados, incluidos Florida y Ohio, que serán decisivos para las primarias. El candidato que comenzó como una opción disparatada se acerca cada vez más a la nominación del partido, para beneficio de Clinton.

Las cifras del mercado laboral de febrero confirman la buena inercia de la economía española. Este mes suele ser complicado, ya que los sectores del turismo y la hostelería tienen menos actividad. Sin embargo, si se desestacionalizan los datos del paro, las cifras son positivas. En concreto, el número de parados desestacionalizados se redujo en 21.959 personas (sin desestacionalizar, aumentó en 2.231). Siendo esto una buena noticia, hay que recordar que el número de contratos temporales sigue siendo uno de los grandes lastres del mercado laboral. En esto España supera al resto de los países de la eurozona: uno de cada cuatro españoles se encuentra en esta situación. La propuesta de un contrato temporal progresivo que plantea el acuerdo de El Abrazo de PSOE y Ciudadanos, por el que un trabajador pasaría a ser indefinido después de tres años y tendría una indmenización creciente, podría ser una buena manera de plantar cara a este problema. La ministra de empleo, Fátima Báñez, también debe atajar la ilegalidad en la que se encuentran muchos trabajadores, ya que para tener que evitar firmar un contrato indefinido, muchos empresarios emplean a personas de forma temporal para puestos fijos. La reducción del paro no es suficiente si no se crea empleo de calidad.

La situación de las bibliotecas españolas es cada vez más lamentable. El presupuesto del Estado para adquirir nuevos libros lleva congelado desde 2012, y en las comunidades autónomas tienen la mitad de la financiación de la que disfrutaban en 2010. A estos recortes presupuestarios se une el aumento de demanda de la población, ya que debido a la crisis, un mayor número de personas prefieren ir a bibliotecas en vez de comprar ejemplares. Esta es la pescadilla que se mueve la cola: si crece el número de lectores pero hay menos libros disponibles, muchos quedan atrapados en listas de espera interminables. El departamento que dirige José María Lassalle no se puede quedar de brazos cruzados ante este empobrecimiento de las salas de lectura. Si el Gobierno ignora un recurso tan vital para la educación de sus ciudadanos, luego no puede quejarse de que en España no se valora lo suficiente la cultura.