El palacio del Canto del Pico, en Torrelodones.

El palacio del Canto del Pico, en Torrelodones. E. E.

Madrid Comunidad

Torrelodones custodia en una nave municipal sarcófagos y otras 'joyas' arqueológicas del viejo palacio de los Franco

El Ayuntamiento almacena las piezas porque los dueños y la Dirección General regional de Patrimonio no tenían espacios para protegerlas. 

13 mayo, 2024 02:23

Son dos sarcófagos, un escudo y la pieza de un friso de piedra. Todos ellos tienen interés arqueológico e histórico y formaron parte en su día del Canto del Pico, el viejo palacio de Torrelodones que perteneció a Francisco Franco. Los bienes acabaron en una vivienda en el mismo pueblo asociada a uno de los dueños de la imponente mansión, el empresario José Antonio Oyamburu. Desde el año pasado, se encuentran en una nave municipal custodiada por el Ayuntamiento del municipio. 

La situación del Canto del Pico es una polémica recurrente en la localidad. El futuro del palacio, declarado Bien de Interés Cultural en 1930, sigue siendo incierto. Hace unas semanas, la Fiscalía de Madrid acusó a Oyamburu de tenerlo en ruinas y llevarse elementos del interior del palacete que permanecen en paradero desconocido.

Las piezas que salvaguarda el Consistorio sí que están localizadas y seguirán protegidas de forma temporal en dependencias municipales hasta que se rehabilite el palacio, víctima del deterioro y del vandalismo. 

Pieza del palacio del Canto del Pico antes de ser custodiada en una nave municipal de Torrelodones.

Pieza del palacio del Canto del Pico antes de ser custodiada en una nave municipal de Torrelodones. Cedida

Otras de las piezas que actualmente protege el Ayuntamiento de Torrelodones.

Otras de las piezas que actualmente protege el Ayuntamiento de Torrelodones. Cedida

El Gobierno municipal se encarga de almacenar estos objetos porque los propietarios y la Dirección General regional de Patrimonio Cultural no disponían de "medios" para su traslado y espacio, según se indica en un documento emitido por la Comunidad y confirman fuentes municipales a este periódico. 

El asunto es algo más enrevesado. El traslado a la nave municipal de los sarcófagos y las otras 'joyas' se produjo después de que un banco embargase a Oyamburu la parcela de Torrelodones donde los guardaban, detallan las mismas fuentes municipales. Fue entonces cuando la Dirección General pidió colaboración al Ayuntamiento, que entonces lideraba Alfredo García-Plata, del partido local Vecinos por Torrelodones, hoy en la oposición. 

Elemento del Canto del Pico, también antes de ser salvaguardado por el Consistorio.

Elemento del Canto del Pico, también antes de ser salvaguardado por el Consistorio.

Con todo, según consta en un escrito municipal, se acordó que ni a la Corporación torresana ni a la inmobiliaria del banco que embargó la parcela familiar se les pudiera hacer responsables de los daños que pudiera sufrir esta peculiar mercancía durante su traslado y custodia. Los objetos llevan cerca de un año en el depósito de la localidad. 

Breve historia del Canto del Pico

El Canto del Pico fue mandado edificar por José María de Palacio y Abárzuza, conde de las Almenas. Después de la Guerra Civil, acabó en manos de Francisco Franco. A finales de los 80, Oyamburu se lo compró a la familia del dictador con el objetivo de convertirlo en un complejo hotelero. Sus planes nunca salieron adelante y el palacete se fue degradando con el paso del tiempo.

Cabe señalar que José Antonio Oyamburu se hizo con la mansión torresana a través de la sociedad Stoyam Holdings Limited, cuyo socio mayoritario es el constructor José Domingo Rodríguez Losada, promotor del polémico hotel de El Algarrobico.

Palacio del Canto del Pico, en Torrelodones.

Palacio del Canto del Pico, en Torrelodones. E. E.

Durante el pasado mandato, el equipo del entonces alcalde García-Plata ofreció a los dueños una permuta de suelos. Era una manera de que el viejo palacio pasara a titularidad municipal a cambio de que la propiedad se quedase con un terreno próximo al Casino de Torrelodones. Pero la alternativa también fracasó. 

La versión de Stoyam

Un representante de Stoyam explica a este periódico porque la sociedad decidió sacar del Canto del Pico las citadas piezas. "Era para protegerlas", defiende. "En los 13 años desde la muerte de Franco hasta que Stoyam compró la finca, el palacio estuvo en estado de abandono total, cientos de piezas se destrozaron o se robaron por las personas que entraron sin permiso", rememora. 

"El palacio se saqueó sistemáticamente sin que ni el Gobierno ni los antiguos dueños [los Franco] tomaran ni una sola medida", subraya.

"La empresa Stoyam compró el palacio (y aparece en el registro de la propiedad) en estado de 'semi ruina' y 'vacío de enseres de valor'. Las dos cosas que quedaban se tuvieron que sacar para salvarlas. Patrimonio siempre ha aconsejado a la empresa en qué medidas tomar para proteger las piezas que mencionas", responde el representante del Canto del Pico, que insiste en que Patrimonio "siempre ha estado al tanto de todo" lo referido a la mansión. 

Por último, desde Stoyam mencionan que, antes de que comprara el palacete en 1988, el Gobierno de España "tuvo la posibilidad de retracto para quedarse con el palacio" debido a su condición de BIC. "Tuvieron dos años para tomar una decisión y decidieron que no lo querían"

Piden 2,5 años de cárcel

Las conversaciones sobre el Canto del Pico, dependen, en todo caso, de sus dueños y del Gobierno regional. La propiedad se encuentra en la diana de la sección de Medio Ambiente de la Fiscalía de Madrid.

Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, el órgano judicial pide dos años y medio de cárcel al acusado por un delito continuado de daños contra el patrimonio histórico-artístico y por otro de sustracción de "cosa propia a su utilidad social o cultural"

[La Fiscalía acusa al dueño del viejo palacio de los Franco de tenerlo en ruinas y llevarse piezas de un sarcófago]

En concreto, desaparecieron los frontales de alabastro de un sarcófago renacentista de uno de los duques de Híjar, un escudo heráldico, dos capitales góticos del siglo XV y la figura de un obispo hecha en mármol.