Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EEUU.

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EEUU. Joshua Roberts Reuters

Bancos centrales

La Fed asume la recesión como la receta para frenar los precios en EEUU y abre la puerta a un contagio a la UE

El presidente de la institución ha reconocido que la economía estadounidense ha perdido ritmo.

28 julio, 2022 03:03

La Reserva Federal de EEUU (Fed) decidió elevar los tipos de interés 75 puntos básicos por segunda reunión consecutiva. La institución ha reforzado la lucha contra la escalada de los precios a pesar de que eso suponga que la economía estadounidense termine descarrilando.

En su intervención publica posterior a la reunión de la Fed, su presidente, Jerome Powell, reconoció que la economía de EEUU está perdiendo impulso y que el camino para que la institución evite una recesión sigue estrechándose.

A pesar de que descartó la posibilidad de que EEUU ya esté en recesión, los miembros del banco central estadounidense creen que el país necesita un periodo de crecimiento por debajo de su potencial para poder reducir la inflación con eficacia.

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De hecho, el presidente de la institución también reconoció que la falta de visibilidad sobre el futuro de la economía estadounidense hará que la Fed solo pueda proporcionar una orientación fiable de hacia dónde se dirige su política monetaria “reunión a reunión”. Según Powell, ahora hay "significativamente" más incertidumbre de lo normal.

El tono general de la Fed, tanto el del comunicado como el de Powell, fue más agresivo que en anteriores citas. A pesar de ello, fue coherente con su objetivo de reducir la inflación al 2%, prácticamente pase lo que pase aunque sin la intención de provocar una recesión.

Para luchar contra la escalada de los precios, la Fed podría incluso subir los tipos 75 puntos básicos por tercera reunión consecutiva. Powell anticipó que otro incremento “inusualmente grande” puede ser apropiado en septiembre, aunque la decisión dependerá de los datos que se vayan conociendo hasta entonces.

El reconocimiento por parte de la Fed de que la economía estadounidense se está debilitando pesó el miércoles sobre el dólar y la divisa estadounidense se giró a la baja. De hecho, el 'billete verde' se ha debilitado en las últimas jornadas, a medida que se han conocido algunas cifras que insinúan una posible recesión.

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También tuvo repercusiones en el mercado de bonos. La pendiente de la curva de tipos de EEUU se invirtió aún más, un signo interpretado habitualmente por los analistas como anticipo de que una recesión terminará teniendo lugar durante los próximos meses.

Así, la rentabilidad exigida a los bonos estadounidenses a 2 años superó el 3%, en tanto que el interés ofrecido por la deuda con vencimiento a 10 años se situó en torno al 2,75%.

PIB

Algunos expertos señalan que el final de la expansión económica está cerca. Así lo indicarían algunos factores como la crisis energética provocada por los cortes de suministro del gasoducto NordStream 1, la implosión de la burbuja de las criptomonedas o el hecho de que el mercado inmobiliario estadounidense podría haber tocado techo.

A pesar de la negativa de la Fed, lo cierto es que la economía estadounidense podría ya estar en recesión. El producto interior bruto (PIB) de EEUU podría haberse contraído en el segundo trimestre del año, después de que registrara una caída del 0,4% en el primero.

Tradicionalmente, se considera que una economía ha entrado en recesión cuando encadena dos trimestres seguidos de caída del PIB. La Fed de Atlanta ya contempla este escenario al prever un descenso del 1% entre abril y junio.

Solo el escenario de recesión en EEUU -no ya su materialización- enturbia las previsiones económicas de la eurozona debido a que el país norteamericano es el principal socio comercial del Viejo Continente.

Contagio

Así lo explican los expertos de Nomura, quienes también hacen hincapié en la exposición que la zona del euro tiene a las consecuencias de la guerra en Ucrania y "especialmente al aumento de los precios de los alimentos y la energía”.

De hecho, la inminente crisis del gas y los problemas políticos de Italia empujarán al bloque a una leve recesión y limitarán las subidas de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), según pronostican los analistas de JPMorgan.

En base a que el precio del gas se situará en torno a los 150 euros por megavatio hora, los economistas del banco han reducido sus previsiones para la eurozona. Ahora esperan que el crecimiento del PIB de la región se contraiga un 0,5% tanto en el cuarto trimestre de este año como en el primero del que viene.

Fruto de esa recesión, prevén que el BCE subirá sus tipos de interés 50 puntos básicos en lo que resta de ejercicio. Esperan un alza de un cuarto de punto en las reuniones que la institución celebrará en septiembre y octubre, pero anteriormente anticipaban que el incremento conjunto fuera de 75 puntos básicos.

Solo un día después de que el instituto emisor diera la sorpresa al subir el precio del dinero medio punto de un solo golpe, su presidenta, Christine Lagarde, aseguró que la institución subirá los tipos de interés “durante el tiempo que sea necesario” para que la inflación vuelva al 2%.

En junio la escalada de los precios alcanzó máximos históricos en la eurozona al llegar al 8,6% en tasa interanual, más de cuatro veces por encima del objetivo del BCE.