Una plantación de cereales en Ucrania.

Una plantación de cereales en Ucrania. Reuters

Economía

La sequía frustra los planes de la UE para que la producción de cereales crezca y reducir su dependencia de Ucrania

La superficie de girasol fue de récord, en España se sembraron un 32% más de hectáreas gracias a la medida de los barbechos.

18 septiembre, 2022 01:56

La sequía ha frustrado el plan de Europa para elevar la producción de grano para paliar la escasez derivada de la invasión rusa del granero de Europa. A pesar de los esfuerzos, la cosecha europea de maíz va a ser un 20% inferior a la de 2021, mientras que la de girasol ya ha sido un 7% menor a pesar de que se registró récord en la superficie cultivada.

El mayor damnificado por la falta de agua va a ser el maíz porque mayoritariamente se trata de un cultivo de secano. "Mucha superficie en Europa no estaba preparada para el riego y este verano ha habido sequía en países en los que no era habitual", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Pedro Gallardo, presidente de oleaginosas en COPA-COGECA. 

Aunque la mayor reducción se va a dar en el maíz, la producción de cereales en general está previsto que sea un 6,8% inferior a la de 2021. Es decir, se debería llegar a los 269 millones de toneladas y esta cifra sería inferior a la media de los últimos cinco años. 

Imagen de archivo de cultivos de maíz destruidos por la sequía.

Imagen de archivo de cultivos de maíz destruidos por la sequía.

La producción de maíz está previsto que alcance los 55 millones de toneladas (un 20% menos que en 2021), aunque la superfie cultivada solamente ha sido un 2% inferior. Esto significa que han caído notablemente los rendimientos y que la falta de agua ha provocado que si, de media, en 2021 se cosechaban 7,7 toneladas por hectárea, este año se obtengan solo 6,2. 

Una caída de la producción que afecta a todos los países que encabezan la lista de mayores productores. Francia baja su producción de 15,19 a 11,1 millones de toneladas; Rumanía pasa de 14,57 a nueve, y Polonia, de 6,86 se situará en seis.

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En el caso del trigo duro, también bajan tanto su producción como las hectáreas cultivadas. Con una media de 1,8 toneladas menos por hectárea que en la campaña anterior, Europa tiene una cosecha que es un 7,4% inferior a la de 2021, lo que le llevará a tener que buscar más toneladas de este cereal en terceros países.

En este caso, los italianos son líderes en producción (bajan este año un 4,88%), seguidos de Francia, donde cae un 14,56%, y España, que ha reducido sus toneladas en un 19,25%.

Vista de un campo de cultivo en una carretera en las inmediaciones de Kiev.

Vista de un campo de cultivo en una carretera en las inmediaciones de Kiev. EFE

El trigo blando sí ofrece mejores datos, pues su descenso ha sido solo del 2,5%, tras conseguir una cosecha de 125,6 millones. Su superficie ha sido muy similar a la del año pasado y aunque los principales productores (Francia y Alemania) han tenido menor rendimiento, otros países, como Polonia, han incrementado sus cosechas.

El optimismo llega con las oleaginosas y las proteaginosas. En ambas se ha conseguido aumentar la cosecha, en un 7,2% y un 5,1%, respectivamente, por el aumento de las hectáreas cultivadas.

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Gracias a la colza se ha elevado la cosecha de las oleaginosas, ya que se ha conseguido un 16,4% más que en 2021. Eso sí, la oleaginosa estrella tras la guerra en Ucrania, el girasol, no ha corrido la misma suerte. A pesar de que se registró récord en su cultivo, con un 11% más, su producción es un 7% inferior a la del año pasado.

Rumanía, líder en producción, ha bajado sus toneladas un 7,4% y en el segundo productor, Bulgaria, ha caído en un 10%. En España, las hectáreas de girasol se han incrementado en un 32% aprovechando la autorización de sembrar en los barbechos y, a pesar de ello, se han cosechado unas 100.000 toneladas menos.

¿Qué hizo la UE?

La Unión Europea autorizó el cultivo en las zonas que hasta ahora debían quedar en barbecho obligatorio para aumentar la producción. Hasta ahora, era obligatorio que quedara sin sembrar para que la tierra descansara y era un requisito que pedían a los agricultores para poder recibir la PAC.

Para el 2023, Bruselas ha vuelto a autorizar el cultivo de las zonas de barbecho. Sin embargo, son muchos los agricultores que se plantean no sembrarlas para que la tierra no agote sus recursos y al año siguiente sea más productiva.

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Un factor que puede ayudarles a decantarse por esta opción es el alto precio de los fertilizantes después de que el mayor productor europeo, Yara, y otros nacionales, como Fertiberia, hayan reducido su producción ante el alto coste del gas.