La compañía de sistemas de pagos electrónicos Wirecard ha negado las acusaciones de irregularidades contables, que apuntan a blanqueo de dinero, y rebota en la Bolsa de Fráncfort tras haberse hundido la semana pasada.

Wirecard aseguró hoy que ni una investigación interna, ni una independiente de un bufete de abogados han constatado hasta ahora "una conducta delictiva de directivos o empleados de la empresa".

La semana pasada Wirecard perdió en Bolsa un 40 % después de que el Financial Times informara de que un ejecutivo senior de Wirecard fue sospechoso de haber utilizado contratos falsos en varias transacciones en Asia que arrojan dudas sobre la integridad de la contabilidad de la compañía, que pudo haber violado la legislación de Singapur.

El viernes el diario añadió que el bufete de abogados que se encarga de la investigación interna en Wirecard "ha encontrado evidencias de falsificaciones y cuentas falsas".

La Fiscalía de Múnich y las autoridades alemanas de supervisión financiera (BaFin) examinan el desplome en Bolsa de Wirecard, que cotiza desde septiembre en el selectivo de Fráncfort, y si produjo manipulación del mercado.