Jorge Lorenzo pilota su Ducati GP17, durante la segunda jornada de entrenamientos en Losail.

Jorge Lorenzo pilota su Ducati GP17, durante la segunda jornada de entrenamientos en Losail. Ducati

MotoGP

Lorenzo pelea contra sus vicios (y su nueva moto)

Jorge se encuentra en proceso de adaptación al pilotaje de la Ducati GP17. Lucha contra sí mismo para olvidar el estilo adquirido con la Yamaha M1. Tiene dificultades antes del GP de Qatar. 

25 marzo, 2017 00:26
Qatar (Losail)

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Es consciente de que Ducati le ha fichado para seguir el ejemplo de Casey Stoner, que convirtió a la fábrica de Borgo Panigale en campeona del mundo cuatro años después de su debut en el campeonato del mundo de MotoGP en 2003 y en la primera campaña del piloto aussie vestido de rojo (2007). Un reto mayúsculo para Jorge Lorenzo, que en el inicio de la temporada todavía necesita tiempo para adaptarse a la GP17 porque no esperaba que esta moto precisara tanto trabajo en su estilo de pilotaje en puntos tan vitales como la frenada, el interior y la salida de la curva. “No pensaba que tendría que sufrir tanto para adaptarme al diferente estilo que conlleva esta moto”, afirmó el vigente campeón del mundo de MotoGP, que tendrá complicado imitar los resultados de Stoner en su primera carrera con la marca italiana porque el piloto australiano comenzó con una victoria en el circuito qatarí de Losail partiendo desde la segunda posición de la parrilla de salida.

En idéntico escenario, un trazado propicio para las balas rojas gracias a su demoledora velocidad punta en la larga recta de un kilómetro de Losail, Lorenzo se verá obligado a pasar por la repesca e intentar superarla para buscar una plaza entre los 10 primeros. El piloto de Ducati, que sólo pudo ser duodécimo (1:55.461), terminó a más de un segundo del mejor crono marcado por Maverick Viñales (1:54.316). “Me sorprende, sobre todo en este circuito, que Lorenzo tenga que pasar por la repesca aunque tampoco he visto a Dovizioso muy rápido. La pista no está como en el test, no hay mucho agarre y, a lo mejor, están sufriendo con eso”, aseguró el piloto de Yamaha tras sufrir su primera caída con la YZR-M1.

Lorenzo, confiado en superar la repesca, se marca como objetivo la segunda línea de la parrilla de salida “o incluso la primera si nos sale una buena vuelta”, señaló el piloto de Ducati, que pelea contra sí mismo para quitar de la cabeza el estilo de pilotaje de la máquina con la que debutó en MotoGP en 2008. “Cada vez me cuesta menos quitarme los vicios del pilotaje antiguo y volver a pilotar como lo hice los dos últimos días de cada entrenamiento. Cada vez hago más rápido este proceso, pero todavía me cuesta. Hemos mejorado la consistencia, aunque hemos perdido un poco de explosividad”, concedió Lorenzo, cuyo principal objetivo es terminar de entender Desmosedici, tener un ritmo constante y cansarse menos pilotándola.