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    SAMSUNG QE65Q9F, la reina del QLED.- Los televisores 4K de Samsung se definen por su apuesta por las pantallas QLED, excelentes para sacar todo el partido a la tecnología HDR. Una de las estrellas de la gama es este modelo de 65 pulgadas cuyo panel QLED con iluminación Full Array hace que aproveche a las mil maravillas la tecnología HDR 10+ y sea capaz de reproducir una mayor variedad de colores, con unos tonos más puros e intensos. Además, su pico de luminosidad es el más alto del mercado: sus 2000 nits harán que puedas percibir detalles increíbles tanto en las escenas más brillantes como en las más oscuras.

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    PANASONIC EZ950, unos colores de cine. Los que busquen un televisor OLED de 55 pulgadas que ofrezca la máxima calidad tienen en los EZ950 de la firma japonesa otra de sus mejores opciones. Ultrafina, minimalista, elegante y con la increíble calidad de imagen que ya sabemos que ofrecen el 4K y la tecnología HDR. Además, en el desarrollo de su procesador Studio Color han colaborado profesionales de Hollywood para conseguir que los colores luzcan tal como los concibió el director. Literalmente, una imagen de película.

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    HISENSE H55NU8700, el toque diferenciador. La marca china ofrece su propia alternativa al duopolio del OLED y el QLED. Aunque solo cambie una letra, los paneles ULED de Hisense (la U significa Ultra) son una forma distinta de evolucionar a partir de las pantallas LED de toda la vida. Para simplificar, podríamos decir que son como pantallas QLED (las de Samsung) pero con variaciones en la forma en que gestionan el color o la iluminación. Ni mejor ni peor, simplemente otra fantástica opción para los que van buscando la mejor calidad de imagen para ver partidos, series y películas.