Isaías Lafuente Zorrilla

Isaías Lafuente Zorrilla Fotografía CLABE

Palencia

Un periodista de raza con la sangre de Zorrilla: “De niño veía el telediario con el mismo interés que los dibujos animados”

Palentino de nacimiento, es un apasionado del periodismo, profesión a la que ama y que ejercer desde hace 40 años

27 abril, 2024 07:00

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Hablar con Isaías Lafuente Zorrilla (60 años, Palencia) es hacerlo con una persona culta y que suma muchas experiencias vitales. Nació en la capital palentina y desde pequeño se interesó por el apasionante, y a la vez sacrificado, mundo del periodismo, que ejerce desde que tiene 20 primaveras. Primero pasando por RNE para llegar hasta la que es su casa, la Cadena SER, allá por tierras madrileñas.

Hace unos días, nuestro entrevistado recibió el Premio Luis María Rivas de Periodismo. Merecido. Fue un día único. Un galardón que le entregaban los compañeros de profesión y un baño de masas en el que volvió a ver, tras muchos años, incluso a alguna profesora de cuando iba a EGB.

EL ESPAÑOL de Castilla y León habla con este maestro del periodismo y genio de las ondas. Una entrevista en el que conocemos su lado más personal, y su verdadera vinculación con el escritor José Zorrilla y en la que también charlamos sobre la profesión, sumida en un cambio que da miedo, pero con grandes profesionales que llegan y que están por llegar.  

P.- ¿Quién es Isaías? ¿Cómo se define?

R.- Me defino como una persona normal. Curiosa y comprometida. He tenido la gran suerte de poder hacer de esta curiosidad y compromiso mi oficio.

P.- Usted es palentino y lleva con orgullo su tierra allá por donde va.  

R.- Nací en Palencia y a los 18 años me fui a estudiar a Madrid y aquí me quedé. Salir siempre es más fácil que volver. Una vez que estas ya en la capital de España, a la hora de buscar salidas profesionales o un sitio para hacer prácticas, es más sencillo. Es cierto que después no he recibido ninguna oferta desde otros puntos del país, pero, a lo que voy, una vez que sales ya el retorno es complicado. Los que somos de ciudades pequeñas lo sabemos.

P.- ¿Tiene alguna vinculación con Valladolid?

R.- La verdad es que no. Mi padre era de un pueblo de Palencia. Mi madre nació, por casualidad, en Irún. Ella era vasca, hija de ferroviario. Nació allí porque mi abuelo estaba destinado en el lugar. Después se vino a Venta de Baños. Es en la provincia de Palencia donde mi padre y madre se conocieron y empezaron su relación. Soy el pequeño de una familia de 12 hermanos.

P.- Muchos hermanos…

R.- Somos un equipo de fútbol con reserva.

P.- ¿De dónde le viene lo del apellido de Zorrilla?

R.- Mi madre se pasó toda la vida diciendo que nosotros descendíamos del escritor José Zorrilla. Nosotros le dábamos la razón. Éramos condescendientes. Cuando mi madre murió, un hermano mío se puso a investigar y, efectivamente, llevamos su sangre, pero no descendemos de él directamente.

P.- Una historia apasionante.

R.- José Zorrilla llegó a tener hijos, pero creo que ninguno reconocido. Nosotros descendemos de un primo suyo. El padre de mi tatarabuelo y el padre de José Zorrilla eran hermanos. Algo de sangre del escritor tenemos. En Wikipedia ponen que mi tatarabuelo era Zorrilla, pero no es así. Somos de la familia y tenemos sangre compartida. El vínculo familiar es lejano, no directo, pero está ahí.  

P.- ¿Cuándo comienza a entrarle ese gusanillo por el periodismo?

R.- Muy pronto. Se puede decir que solo he tenido dos vocaciones en mi vida. Una era ser piloto de avión, pero, al ser miope lo tuve que descartar pronto, siendo niño. Sí que me hubiera gustado ser piloto de aviación, era una profesión que me fascinaba. Como esto era imposible, la segunda vocación era el periodismo. De niño veía el telediario con el mismo interés que los dibujos animados. Me parecía fascinante que esos hombres, porque por aquel entonces había pocas mujeres, contaran lo que pasaba a todo el mundo. Con 12 años lo tuve clarísimo.

P.- ¿Cómo recuerda los inicios?

R.- Arranco con 20 años en RNE, al acabar segundo de carrera. Hice prácticas en Palencia. Después, en tercero de Facultad, tuve un contrato en Radio Exterior de España, donde estuve trabajando siete meses. En cuarto de carrera es cuando veo que hay prácticas en la SER. Me presento, apruebo y empiezo en julio de 1986 como becario en Madrid. Durante el verano pasé por diversos sitios y tuve la gran suerte de que, en ese año, la SER puso en marcha el programa:  ‘Hoy Por Hoy’ con Iñaki Gabilondo.

P.- ¿Cómo fue el comienzo de ‘Hoy Por Hoy’?

R.- Forman un equipo con cuatro redactores senior y con otros cuatro becarios. Entre los becarios estaba yo. Me quedé trabajando con Iñaki 20 años.

P.- El pasado miércoles era reconocido con el Premio Luis María Rivas de Periodismo, creado por el Club Abierto de Editores. ¿Qué supuso para usted?

R.- Cualquier premio te emociona e ilusiona. Los galardones tienen algo de justicia, pero también mucho de injusticia porque son muchos los que merecen un premio como este y pocos lo consiguen. El premio es especial. Es emocionante porque me lo dan en mi tierra y viene de un Club de Editores de Prensa Escrita. Lo otorgan compañeros de profesión y eso es importante.

P.- Que lleve el nombre que lleva también lo es.

R.- Me parece también de suma importancia que lleve el nombre de Luis María Rivas. Es un periodista desconocido a nivel nacional, pero muy conocido en el ámbito local. Lo que busca este premio es reconocer a periodistas que hacen un trabajo muy grande en medios de comunicación local y que, muchas veces, por estar en estos medios más pequeños, no ven su trabajo reconocido. Esto es muy importante.

P.- ¿Cómo recuerda el acto?

R.- Fue muy bonito. Cuando te dan el premio te dicen cosas que solamente se dirían cuando estás muerto. Un premio te permite recibir esa ola de cariño que solo se suele producir de esta manera cuando ya no estás en vida. El acto, en concreto, fue especialmente emocionante porque el galardón me lo dio Candela que es la hija, de ocho años, de Luis María Rivas. Eso me hizo una ilusión más especial todavía.

Isaías Lafuente recibiendo el Premio Luis María Rivas de Periodismo

Isaías Lafuente recibiendo el Premio Luis María Rivas de Periodismo Fotografía: CLABE

P.- ¿Algo más que quiera destacar de la recogida del premio?

R.- A mi edad se presentó en el acto una maestra que tuve cuando estuve en 1º de EGB. Encontrarte con tus compañeros y ver que la familia está ahí, apoyándote, y que personas que llevas sin ver mucho tiempo vienen para darte un beso es muy emotivo.

P.- ¿Cómo está ahora?

R.- Sigo en la Cadena SER, en ‘La Ventana’ con Carles Francino. Tengo a mi cargo tres secciones. Dos de ellas que son diarias: ‘La Palabra del Día’, otra que cierra programa y se llama ‘Lo que queda del Día’, donde procuramos recoger todas las voces que pasan por la radio, pero no encuentran un hueco en programas informativos convencionales. Es gente muy interesante que cuenta cosas muy interesantes. También tengo ‘La Unidad de Vigilancia’ de los viernes que es una sección que llevo 20 años haciéndola. Creo que es la más longeva de nuestra emisora y una de las más de la radio española.

P.- ¿Cómo cree que está la profesión periodística en la actualidad?

R- Está viviendo un momento de transición muy interesante. Con elementos preocupantes y otros ilusionantes. Hoy, como ayer, se hace muy buen periodismo, pero el ecosistema ha cambiado. Tenemos que procurar que el trabajo que hacemos llegue en las mejores condiciones a lectores y oyentes.  Que ellos, en este bosque de medios y pseudomedios de comunicación, de buenos periodistas y de pseudoperiodistas, sepan identificar el periodismo de calidad.

P.- ¿Se sigue haciendo este periodismo de calidad?

R.- Creo que hoy se está haciendo un muy buen periodismo. También hay otro que no lo es tanto, el que llamo paraperiodismo, que puede despistar a los ciudadanos.

P.- ¿Cómo ve a los jóvenes que entran en una redacción?

R.- Creo que las personas no han cambiado. En las redacciones, ahora, entra gente con una preparación increíble y con una madera extraordinaria. Personas mejor preparadas que como llegamos nosotros a la redacción hace 40 años. El problema no es de los jóvenes profesionales que llegan a los medios, sino de cómo han cambiado estos medios. Cuando entré yo, si metías la cabeza en un medio de comunicación y lo hacías bien, tenías una carrera por delante. En estos momentos hay jóvenes que llegan con la fecha de caducidad en la frente. Esto es una desgracia. No podemos querer profesionales solventes si no los dejamos madurar.

P.- ¿Cómo ve la influencia de las redes sociales y la rapidez que se exige en las redacciones?

R.- En ocasiones estamos sometidos al vértigo que nos imponen las nuevas tecnologías y las redes sociales. Eso hace que, en ocasiones, actuemos con una rapidez que no es compatible con las exigencias del medio que pide contrastar, buscar la verdad, preguntar… en definitiva, hacer nuestro trabajo, que es muy sencillo, pero que comprende un protocolo para hacer las cosas bien. En ocasiones, no por las redes sociales, sino por la rapidez que nos imponen, nos olvidamos de los principios básicos de nuestro oficio.

P.- Si que ve pros en las redes sociales.

R.- A mí me parece que las redes sociales son una herramienta extraordinaria. Que hoy en día cualquier persona pueda publicar sus ideas, pensamientos, o su propia información al resto del mundo es un salto en la comunicación que no ha conocido la humanidad. Esta es la parte buena. Sobre esta información que llega en las redes, nosotros tenemos que aplicar nuestras exigencias como periodistas contrastando la información y convirtiéndola en una noticia solvente para comunicar a los demás.

P.- ¿Cómo ve el futuro?

R.- El mío creo que está llegando a su final, profesionalmente hablando. Siempre digo que, de ser un atleta en los 800 metros, vería la recta de meta y el final. Solo pido quedarme como estoy. He sido muy feliz en la profesión. He podido trabajar en libertad. He crecido día a día con los mejores profesionales.

El periodista palentino Isaías Lafuente recibe de manos del delegado de Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, el XVII Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes que entrega la Asociación de la Prensa de Valladolid

El periodista palentino Isaías Lafuente recibe de manos del delegado de Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, el XVII Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes que entrega la Asociación de la Prensa de Valladolid Fotografia Miriam Chacón / ICAL

P.- ¿Y el de la profesión?

R.- El periodismo es uno de los elementos fundamentales de la democracia. Tenemos que mirar, con preocupación, la salud de nuestras democracias. Si conseguimos que sea una sana, seguirá habiendo un buen periodismo. Una democracia necesita ciudadanos informados. La información solvente tiene que estar en los cimientos de cualquier país. Si la democracia es potente, seguirá habiendo un periodismo potente porque los ciudadanos lo reclamarán. Si es de calidad, contribuirá a que la democracia se consolide como hasta ahora.

P.- ¿Se plantea la jubilación en breve?

R.- No es el hecho de planteármela, sino que ya llega.  No me imagino con 85 años trabajando. Seguiré informándome, porque la curiosidad no se me irá el día que me jubile, pero veo el horizonte cercano. Hasta entonces seguiré a tope. Siempre que me levante para trabajar será un día feliz. La vida te lleva por donde te lleva y tiene que venir otra gente. He tenido la suerte de trabajar en esta profesión mucho tiempo.