Hoy tómate el día con calma, Carla, es tuyo.
Hace años era el día de las mujeres trabajadoras como tú, Pilar, pero se ha universalizado la cosa y ahora está dedicado a todas las mujeres, también a las empresarias que sois modélicas, Isabel. Al difuminarse la identidad vinculada a la clase social, en este mundo global, Bea, ha perdido importancia el ser trabajadoras y la ha cobrado el hecho de ser mujer.
Todo ha ocurrido mientras preparabas un informe, Paloma, y resulta difícil precisar en qué momento exacto se produjo el cambio. Pero es un hecho: qué te voy a contar si tú trabajas con tecnología, Paula.
Me gusta celebrar el día de la mujer escribiendo, Mar. El mundo se está poniendo feo y quería contar mi punto de vista respecto a lo que podemos hacer, Encarna. Las últimas noticias de política están marcadas por la amnistía que rompe la igualdad entre españoles y pone en peligro la democracia, Elena. Hay un puñado de personas empeñadas en que nos odiemos entre españoles, Esther.
Y nos la jugamos: los grandes problemas del mundo, desde el calentamiento global hasta las migraciones, pasando por el terrorismo, las guerras o la desigualdad, no puede resolverlos un solo país, Rita. Es materialmente imposible, aunque haya gente como tú, María, intentando destapar mentiras e informar sobre realidades con tanto ahínco.
Hoy en día somos la sociedad que soñabas, Julia, pero debemos rehuir el convertirlo en una cuestión de identidad, ahora que se hace política con ella.
Esto es una cuestión de derechos, de oportunidades y de igualdad, Eva. Puesto en esos términos, todas tenemos una identidad múltiple, no elijas sólo una, Cristina, porque puedes fácilmente acabar enfrentada con otra, o sea, contigo misma.
No es sobre lo que somos, sino sobre cómo queremos vivir: libres de opresión, odio, ignorancia e imposición. Y eso suma a más de la mitad de la humanidad. Es la humanidad entera.
Que tengas un buen día.