Opinión

El tiempo de los corruptos ha terminado

Agentes de la UCO de la Guardia Civil durante el registro al Canal de Isabel II.

Agentes de la UCO de la Guardia Civil durante el registro al Canal de Isabel II.

  1. Opinión
  2. Blog del suscriptor

Vivimos con el alma en vilo repetía mi madre cada vez que lo avatares de la vida ponían a la familia en un brete. Y, desde hace un tiempo esa es la sensación que tengo en España. El futuro depende con excesiva frecuencia de angustiosos acontecimientos que son determinantes para el futuro más inmediato y ante los que poco o nada podemos hacer. Si acaso escondernos... Es como si un delgado e invisible hilo moviera ahora la vida, pero sin constancia de que nos conduce por inciertos destinos que otros deciden.

Hemos llegado a un punto en donde escuchar a un político, ver un informativo, leer un diario, o las tertulia de La Sexta o de TVE lo que crean no es asombro sino ansiedad. En función de a quien leas, de quienes sean tus fuentes y de la capacidad que aun guardes para comprender que la verdad en la política y en los medios de comunicación es tan relativa como la mentira, necesitarás aumentar las dosis de ansiolíticos si quieres vivir feliz, en la Nube.

–"Si gana Sánchez las primarias esto se va a la mierda. Cifuentes no contó todo lo que sabia al juez Velasco. La guerra de Trump contra Corea del Norte será el principio del fin de la humanidad..". Pero de verdad, hay quien dude de la capacidad de destrucción de dos ególatras, y no solo me refiero solo a Trump y Kim Jo-un... o de la virtud de nuestros amados servidores a la hora de escurrir el bulto ante la justicia en función de intereses personales?

Es bendita corrupción que en España inunda el todo hasta el hastío. Sorprende que en el ciudadano no cunda un deseo natural de rescatar garrotes o guillotinas ante quienes saquean el país y destruyen conciencias. Si hubiera una Bastilla la tomaría...

No hay voluntad de cambio porque a pocos les conviene. Continuamos dejando en manos de la justicia la responsabilidad final de atajar la corrupción en lugar de crear instituciones independientes de los partidos políticos que controlen lo público. El cambio difícilmente se producirá porque al legislador no parece convenirle. Vive feliz entre el estiércol. Y, porque no nos engañemos, la corrupción es ese todo democrático que inunda la sociedad. El juez pide favores al político corrupto, este alimenta su voracidad gracias al constructor que paga comisiones en Suiza y dona al partido a cambio de obra pública y así hasta el último albañil que no cobra el IVA o al medio de comunicación que defiende intereses espurios.

Son engranajes de un maquinaria engrasada desde hace siglos y compleja de parar porque en España el verdadero poder lo ostentan los de siempre. Desde que Isabel y Fernando se hicieran con el reino de Granada y el oro de las Indias llegará a Sevilla este reino se ha repartido entre poco más de media docena de familias que permean su poder e influencia entre familiares y amigos evitando que ajenos rompan la baraja. Da igual quien gobierne, ellos son los que mandan. Entre Reyes de Oros y Sotas de Bastos llevamos 500 años perdidos gracias a un oficio, el de la política, que en España que tiene mas salidas laborales que una conejera. Consejeros de Gas Natural, de Bankia, Telefónica, Renfe, OHL, del Canal de Isabel II.

¿Somos tan ingenuos como para creer que no hubo suficientes muestras de enriquecimiento ilícito en Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid, -hoy alojado en la cárcel de Soto del Real- o que a nadie le pareció extraño las inversiones fallidas del Canal en Latinoamérica para que el PP o el presidente Rajoy hubiesen actuado sin necesidad de esperar tres años a que los grupos parlamentarios de la Asamblea de Madrid lograran exigir a Cristina Cifuentes, actual presidenta de la Comunidad de Madrid, poner el caso en manos de la justicia?

Hablaba Cifuentes el pasado dos de Mayo de regeneración política,. "El tiempo de los corruptos ha llegado a su fin" pero sin aclarar los silencios ante el juez, o cómo pudo pertenecer al Consejo de Administración del Canal de Isabel II entre 2012 y 2014 cuando se produjo el saqueo de fondos públicos y no enterarse de nada de lo que allí se cocía. Se justifica el desconocimiento mediante lo que ya se conoce como un: "infanta Cristina". No sé, lo desconozco. no me consta, no lo recuerdo... Hay una responsabilidad manifiesta entre quienes consienten aunque nadie la exija. Nos conformamos con lo que nos cuentan del cuento sin apreciar el engaño ni ver los hilos que se mueven sobre nuestras cabezas dirigiendo vidas y pensamientos.

La ventaja es que los españoles tenemos una rara virtud a la hora de borrar del disco duro todo lo que amarga y duele. Es natural, es una defensa del organismo ante tanta putada.