Opinión

Rosa Díez intemporal pero al fin inane

Rosa Díez en el hotel Eurobuolding de Madrid./

Rosa Díez en el hotel Eurobuolding de Madrid./

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Dejando aparte el título Nadie denunciará el último desfalco del gobierno en el que se echa en falta mayor concreción para el adjetivo último y el concepto desfalco, con ser cierto, absolutamente cierto, cuanto apunta el artículo de Rosa Díez de este viernes en El Mundo, no lo es menos que no es comprensible la sorpresa y la rebeldía de la autora.

Pasando por alto las interioridades explícitas en los últimos párrafos, a los preocupados por la deriva de la vida -no sólo política- de esta vieja, se diría que caduca, piel de toro, se les viene a la memoria que Rosa Díez ha tenido una larga trayectoria política, con enunciados explícitos pero también con recovecos, con luces pero también con sombras, con silencios estruendosos en definitiva. En ese contexto, pontificar requiere mayor autoridad que el que es predicable de la política vasca, exsocialista, fundadora de Unión, Progreso y Democracia (UPD).

Por concretar el reparo, ¿dónde estaba la diputada foral de Vizcaya, la diputada del Parlamento Vasco, la Consejera de Turismo del Gobierno Vasco (1991-1998 en el mismo tiempo que tan bien recoge en su artículo), la europarlamentaria socialista (1999-2007) Rosa María Díez González cuando sucesivos gobiernos de España sustentados por minorías parlamentarias tragaron sapos en pro de SU gobernabilidad? ¿Qué sugiere ella -ahora tan combativa y diáfana frente al nacionalismo- en la perspectiva del día a día del gobierno (otros entenderán mejor gobernanza) de la Nación?

Que la de los Presupuestos Generales es la más importante de las leyes en los países en situación de normalidad lo sabe Rosa Díez. Sabe que los Presupuestos Generales del Estado no son solo los del Estado, sino también, y muy señaladamente, los de sus funcionarios y los de las entidades, empresas y organizaciones que con él se relacionan. Y también y fundamentalmente los de las Comunidades Autónomas y los de los Ayuntamientos.

Lo sabe, pero lo obvia. Me parece que lo mismo que obvió el riesgo de que un partido necesario como era UPD se fuera al garete por ella prefirió anteponer idealmente a ese nombre la locución caudillismo para.