Cuando lo evidente se convierte en fehaciente. (A raíz de la información publicada el miércoles por EL ESPAÑOL).
Lo explico de manera sencilla: partimos de que en España no se lee (ni se contrasta, por tanto) pero se ve mucha tele, eso sí. El PP (Soraya) tiene las teles (también una emisora y un diario), el duopolio de Atresmedia y Mediaset. Antena 3 y Telecinco (además de la pública) las dedican a las loas a Mariano Rajoy y su cohorte mientras azotan a Podemos y le pintan rabo y cuernos. Para crear el efecto inverso La Sexta y Cuatro tienen como tarea el acoso y derribo del Partido Popular por causa de su corrupción: es el tema favorito la cadena (Telecorrupción 24h, Ferreras superstar), eso sí, tratan la corrupción de personajes secundarios populares como Aguirre, Barberá o Bárcenas. Además, La 6 y la 4 son la plataforma, el púlpito, desde el que los dirigentes de Podemos adoctrinan: el propio Pablo Iglesias es un producto principalmente de La Sexta.
Por tanto, por un lado siembran el miedo a Podemos (diablo comunista, cuando no pasan de ser una panda de payasos de circo), y por el otro, producen un odio atroz y un asco nauseabundo hacia el PP.
¿El objetivo de este contrapeso? Destruir el centro (-izquierda, -derecha) político nacional. ¿Para qué? Para generar un nuevo bipartidismo entre el PP y Podemos que asegure la mayoría absoluta al PP. Obviamente, el PP juega el rol del doctor Frankenstein y Podemos es su criatura, ¡pero ojo que se le puede ir de las manos! como ya pasó en el relato de Mary Shelley.