Opinión

T2 'Trainspotting'

Renton y Sick Boy en Trainspotting 2.

Renton y Sick Boy en Trainspotting 2.

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Que Danny Boyle estrene una película suele ser en la mayoría de ocasiones un buen motivo para ir al cine. El caso del director británico es curioso, ya que no encaja en ninguna de las corrientes tradicionales de su país, cuyas señas de identidad siempre han estado sobre todo focalizadas en el realismo social y el cine de época. Él parece haber creado una escuela propia, y aun hoy, con sus 60 años de edad, y habiendo debutado en el cine como director hace 23 años sus películas, con ejemplos como 28 días después o Slumdog Millionaire, siguen siendo frescas, visualmente potentes y transgresoras. En esta ocasión el desafío del director es mayúsculo, ya que se trata de resucitar no ya simplemente una de sus películas, sino todo un mito que él mismo creó y que le dio fama mundial cuando la estrenó en 1996, Trainspotting.

Aunque me gustó Trainspotting, nunca llegué a ser un fanático militante en su favor -en aquella época los había, y muchos- lo cual creo que favorece a la hora de valorar esta secuela, y de paso a superar el debate previo sobre la necesidad de hacer esta película, que ya está hecha, y ahora toca comentarla. Mi primera impresión es que Boyle ha sido cuidadoso, tanto en lo que respecta al homenaje y lugares comunes en relación a la primera, como reinventando un universo donde hace encajar a los carismáticos personajes que siguen siendo reconocibles en su esencia.

El film resulta audaz, aunque no tan provocativo, los tiempos cambian, y aquí no es ni tan escatológico, ni tan escandaloso como su precedente, pero mantiene su espíritu de ruptura, aunque encuadrado en unas mayores dosis de madurez, templanza y hasta algunos toques literarios.

Su base es el reencuentro de unos personajes 20 años después, encallados en el mismo contexto de marginalidad e intentando, cada uno a su manera, enderezarse de sus desvaríos personales. El film tiene momentos muy brillantes, que enlazan muy bien con la película original, hay buenas dosis de emoción, también hay situaciones bastante graciosas, pero en todo momento se hace evidente que sobre la historia sobrevuela un aire de melancolía y tragedia que parece colocar a los protagonistas al borde del abismo.

Creo que entretendrá a los nuevos espectadores, que la paladearán como un producto original, con ritmo y bien facturado, y no disgustará demasiado a los fans del original, que reconocerán los continuos guiños al pasado de la historia, aunque eso sí, partiendo de la base de que ni mucho menos alcanzará la relevancia que tuvo la primera en su época.

NOTA 7/10