Trump sigue en su desafío contra el mundo y contra la sociedad civil norteamericana. Controla casi todos los resortes del país. Las dos cámaras y muchas instituciones. Guerrea contra la CIA y el FBI. Promulga el proteccionismo económico como la nueva fe. Su última cruzada es contra la prensa. Ha pinchado en hueso. El cuarto poder tiene una honda tradición liberal e independiente en los Estados Unidos. La prensa, como el Rock&Roll, forma parte de la cultura de la norteamericana progresista. Ni The New York Times, ni la CNN dejarán de hacer su trabajo, como no cejó The Washington Post hasta dar con los hombres del presidente Nixon implicados en el Watergate. La Justicia es el otro gran contrapeso.
A Mariano Rajoy ya no le tose nadie en su partido. Extinguido e independizado el aznarismo, orillado el aguirrismo, sólo queda el marianismo, inspeccionado en los medios por la Vicepresidenta para todo y los sorayos al son del duopolio televisivo. Sitúa a Maíllo el desconocido para contrarrestar en el organigrama político a María Dolores del Finiquito en diferido.
Iglesias y Errejón. Sólo podía quedar uno. Ha quedado una. Irene Montero, nueva primera dama oficial, es la nueva princesa de los desaparecidos círculos. Errejón desterrado para estrellarse en la candidatura Comunidad de Madrid. Bescansa, también derrotada, deja la ejecutiva de Podemos. Albert Rivera consolida el liberalismo en Ciudadanos. Lanza el mensaje de que vuelven los liberales de Cádiz (como en el libro de Pedro J.). Rivera sigue en búsqueda del Centro, algo que ni San Adolfo Suárez pudo encontrar. Artur Mas, al son del 3 por ciento, es la nueva víctima del independentismo. Quiere ser el nuevo Lluís Companys, pero no tiene carisma ni para intentarlo. Oriol Junqueras pretende heredar el timón del barco de la desconexión hacia ninguna parte.
Otro liberal, José Carlos Díez, es el nuevo gurú del socialismo clásico de Javier Fernández y la Gestora. Susana Díaz amaga pero no da. Los autobuses no movilizan el voto de los afiliados. Pedro Sánchez es el nuevo Mick Jagger de la militancia. Ha nacido una estrella: Pedro el Rojo. Puro Rock and Roll en cada mitin y en cada acto. Ecosocialismo, feminismo y radicalidad política bien entendida en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. A Pedro Sánchez le apoyan los viejos rockero del guerrismo, Manuel Escudero y José Félix Tezanos. Isabel Boning se mueve en la vacuidad del PP valenciano después de la era del saqueo. Ximo Puig navega entre dos aguas. Quiere consolidar el buen hacer del gobierno autonómico. Gabriel Echávarri busca la estabilidad en su pequeña aldea gala de Alicante, ya no es tan amigo de Pedro el Rojo. Como en la canción de los Rolling Stones: "Ya sé que sólo es Rock and Roll, pero a mí me gusta, me gusta".