Opinión

Sin levantar la voz

La iglesia de pueblo pintada por Van Gogh.

La iglesia de pueblo pintada por Van Gogh.

  1. Opinión

Acaba de aparecer Cómo defender la fe sin levantar la voz versión española del que con el mismo título publicó Austen Ivereigh en el Reino Unido hace cuatro años. Su objetivo es dar razones que iluminen la postura de la Iglesia católica en cuestiones donde su visión choca con el discurso predominante. La adaptación es obra de Yago de la Cierva.

El libro analiza el método de Catholic Voices (CV), una manifestación de la responsabilidad de los católicos corrientes por explicar la fe y defenderla, siempre que sea preciso, de una manera civilizada, serena y razonada, pero también en sintonía con el modo de ser de hoy.

CV busca que gente normal y corriente se prepare para explicar las razones de su fe en contextos polémicos, ante los medios de comunicación, en controversias públicas… CV no es una asociación o una organización: es una especie de movilización para que muchos acepten el reto y se preparen, y el libro no es otra cosa que la primera fase de la formación.

La obra valora el lenguaje, en el sentido más amplio de la palabra, que desempeña un papel clave: el lenguaje verbal, los signos, los gestos… Lo que se ve, más que lo que se escucha. Por eso es muy importante seguir el ejemplo del papa Francisco. De un modo distinto, pero con la misma filosofía, hizo Juan Pablo II: él simbolizó muchos contenidos de su magisterio. Hay palabras que acarician y palabras que hieren. Si somos capaces de utilizar más palabras que acaricien y menos que hieran, eso, en un mundo como el nuestro –agitado, irritado, intranquilo, en tensión– será el mejor preámbulo de la fe. No es la fe, pero si logramos que la gente quiera escucharnos, lo demás es muchísimo más fácil.

Yago añade que vivimos en una sociedad donde el valor de los argumentos es muy limitado. Mucha gente toma decisiones con criterios que no son racionales. Esto no nos tiene que llevar a un sentimentalismo fácil, pero sí a darnos cuenta de que la sintonía emocional es fundamental; y esta sintonía funciona solo con historias de personas.

Sería bueno que nos preguntáramos cuál es el modelo de cristiano coherente en la sociedad actual, qué santo representa lo mejor de esos dos mundos. El santo de hoy –el santo laico, metido en miles de batallas, que no vive en Babia– es santo Tomás Moro. Fue una persona muy medida, con un puesto muy importante, con una formación cristiana altísima que se preocupaba por su familia y… que se encontró con una tensión interna. Fue capaz de servir a la Iglesia y al Estado, a su fe y a su rey. Y ante una condena injusta, no renunció a su fe.

Defender la fe sin levantar la voz. Porque el ruido no hace bien, el bien no hace ruido.