El hecho que la realidad supera la ficción es una evidencia más que contrastada y para quién no esté de acuerdo sólo debe acudir a la prensa diaria, en donde nuestra capacidad de asombro es sometida a tortura las más de las veces.
Recientemente hemos tenido conocimiento de que un funcionario del Archivo General y Fotográfico de la Diputación de Valencia lleva más de diez años cobrando como jefe sin ir a trabajar, recibiendo como emolumento la nada despreciable cantidad de 50.000 euros anuales, según informa la prensa el susodicho tras fichar a la hora de entrada, se marchaba regresando a la hora de salida para volver a fichar y hacer lo propio.
De ser ciertos los hechos publicados, el foco de atención no debería centrarse exclusivamente en el referido funcionario, sino en el motivo por el cual los mecanismos de control han fallado durante diez años y por qué generalmente siempre es la prensa quien dirige el dedo acusador. En todos los desmanes sobre la cosa pública que estamos asistiendo, ya sea a nivel nacional, autonómico o local, encontramos como denominador común la falta absoluta y manifiesta de responsabilidad y así dimitir, se ha convertido en un nombre ruso y no en la acción coherente en el actuar.
Por lo que se está convirtiendo en algo habitual, las explicaciones bochornosas que muchos de los que se dedican a la res pública ofrecen sin ningún tipo de pudor, salvo el insulto a la inteligencia de quienes tenemos por mala costumbre, la manía de pensar. Ahora más que nunca parece estar en boga el artículo Vuelva usted mañana que firmara en 1883 Mariano José de Larra quien atacaba vicios y costumbres que seguimos repitiendo a pesar de entonar el mea culpa, sin ofrecer ningún propósito firme de enmienda. Al final va ser cierto aquello de que Spain is different!