Año mariano, año populista, annus horribilis (según). La muerte -que se pone las botas de Ramsey para patear- iguala, tan "mortal y rosa", al tirano banderas con el último niño de Alepo con el escuadrón suicida y con Leonard Cohen. Gafas de sol para no ver el horizonte, incierto, que quema: presentismo, cervezas y camas furtivas (que abocan el amor a lo éfimero) como única manera de poder ser joven. Tópico carpe diem.
Volvemos al 2000 a cazar conejos por la calle. Periodismo verde, que acusa y acosa hasta el infarto, pero se lava las manos de sangre en el Mediterráneo a bordo de un velero. Cinismo para combatir al populismo y la hipocresía: Hernando con coleta. Silencios Cobardes (pero talentosos) y que ganan: Mariano, Antonio. Mascarada. ¡Ay camaleón!, Albert. 80 años sin el Ausente, 77 con ÉL presente (criogenizado por los que aún están en las trincheras). Vuelta a España, Carmena bicicleta, Pedro Sánchez Labordeta. Pina que vuela, dejando su impronta de buitre o de ángel.
Tres de tres al Sevilla y Peñaranda maravilla. Memo caranchoa, yo prefiero al Memo Ochoa. Ni Catalunya, ni Milán, ni Mourinho, ni Wandas. ¿Basta ya con once para que os enteréis quién manda? En lo personal, lo mismo, presentismo para combatir el abismo (sigo sin encontrar un credo, camino sin ningún catecismo) e ingénio para suplir la valentía. Ya lo sospechaba, la Reina de España no es Leticia, ni Sofía..., ni Trueba; es Cádiz. Cádiz que agoniza (como siempre) aunque nos dé la vida. Este, buenas intenciones, pero gestión patética y sectario de cojones (Solo dos y medio más). 2017 catarsis.
Minuto 365+1, año bisiesto. Último córner. ¿Sube Ramos?