MITOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

Héroes

Amazonas, por Anselm Feuerbach.

Amazonas, por Anselm Feuerbach.

  1. Opinión

Nuestra sociedad es heredera de la antigua Roma y Grecia, mezcladas con otras culturas, religiones, creencias y sentimientos. Recuerdo en B.U.P., hace unos años, haber estudiado latín y griego, ya que mi tendencia fue hacia letras puras.

Los escritores de esas épocas se dedicaron a elaborar obras de literatura, incluso obras de teatro, para deleite de los ciudadanos. Poesía, novela, drama, comedia… quizá el microrelato, tan de moda en la actualidad, tuvo allí sus comienzos:

-Vini, vidi, vici… -traduzco por si acaso: llegué, vi y vencí. Se atribuye a Julio César, Cónsul y militar romano, cuando venció en una batalla.

Vayamos unos años más atrás. Los griegos desarrollaron unas creencias muy singulares: la mitología. Dividían los personajes en Dioses, Semidioses, Héroes y Monstruos. Al principio, aquéllos engendrados entre un Dios y un mortal, eran llamados Héroes. Sus características podían ser:

- Fundar ciudades, civilizar lugares y participar en la elaboración de leyes, técnicas y artes.

- Eran reconocidos entre la mayoría por sus atributos físicos, belleza, fuerza o hecho que diferenciara claramente de la mayoría.

- Sus vidas estaban relacionadas con el combate, creación de juegos o realización de alguna empresa ciertamente imposible.

- La muerte de ellos era resultado de hechos violentos, aunque sus restos podían estar dotados de poderes mágicos.

Los jóvenes de hoy aprenden cosas diferentes. Tener un hijo es luchar contra la industria consumista que nos rodea. Antes, cuán felices éramos con un balón, una muñeca… y hace cien años, en un pueblo de Valladolid, Santa Eufemia del Arroyo, el regalo de Navidad estrella a mi abuela Catalina fue una naranja. ¿Te imaginas?

Ahora, la literatura se apoya también en unos héroes que vuelan, como mínimo. Tienen una fuerza desmesurada, un físico envidiable y unos complementos estupendos: coches, motos, aviones, naves espaciales, espadas láser...

Los verdaderos héroes de la actualidad son muy diferentes a esas descripciones relatadas en novelas, cómics o cuentos. Son muy humanos, incluso alguno vive cerca de nosotros, cuando no es familia. Su vestimenta es más normal, sencilla y visible.

Se utilizan bandas fosforitos o luminiscentes para aquellos que velan por todos en las carreteras; el tejido resiste el fuego y altas temperaturas cuando luchan contra incendios o rescatan personas de los edificios. Otros llevan botas que protegen los pies del calor, frío; si fuere agua son escarpines, para los submarinistas que rescatan gentes de las ríos o mares.

Hay uniformes que brillan con el sol y en la oscuridad, sobre todo los obreros que hacen obras, mientras el resto viajamos. Otros son blancos o con dibujitos, como las batas del personal que nos cuida en los hospitales. En el campo, cuando se trata de defender nuestro país, utilizan prendas que se mimetizan con el terreno para despistar a los enemigos.

Muchos de ellos llevan casco y guantes protectores. La Seguridad es básica en su actuación, ya que han de tener cuidado con hierros, cristales, aspas u otros instrumentos para poder seguir rescatando a otros semejantes. Si ellos son heridos a las primeras de cambio, ¿cómo van a liberarnos del mal?

Los vehículos a disposición suelen tener miles de kilómetros, horas de navegación o años de uso. Sin embargo, el espíritu algo espartano de los españoles, que estamos muy habituados al milagro de los panes y los peces, convertido en juntas y aceite, hace obrar milagros en mecánica. ¿Seguro que MacGyver no era español?

Esas gentes, vecinos, conocidos, familiares, velan para el descanso y seguridad del resto. A ellos estoy inmensamente agradecido. Recuerdo con cariño el color verde oliva que vestí durante muchos años y que añoro tanto. Ese color te imprime un carácter y amor infinito a los semejantes. Incluso para salvar de la nieve a terroristas, aunque luego te agredan aprovechando de superioridad física y numérica. Los héroes volverían a realizar Servicio de asistencia, sin mirar su condición de delincuentes.

Las próximas fechas estarán de Servicio mientras otros ciudadanos celebran cenas, comidas o, simplemente, duermen tranquilos. Esa relajación se debe a la presencia de nuestros héroes actuales. En numerosas ocasiones, los “malos” salen despavoridos cuando ven una luz azul brillante, sienten un uniforme o se cruzan la mirada de un agente uniformado.

Ellos son HÉROES con mayúsculas. Uno de los principios fundamentales de esa afirmación es: nosotros vamos a donde la gente huye.

Gracias a todos ustedes por hacer de España, esta España mía, esta España nuestra, un lugar bueno, bello y bonito para vivir.

Feliz Navidad, especialmente a ustedes.

P.D. De los Monstruos, otro día escribiré...