Pedro Sánchez o el regreso de Morfeo

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez/ Mariscal/ EFE

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez/ Mariscal/ EFE

Por Ángel Alonso Pachón

A estas alturas, no se sabe si Pedro el arropado es un hijo bastardo de Hipnos, dios del sueño y, por tanto, hermanastro de Morfeo. Morfeo manipulaba el sueño de los mortales, rodeándole de flores de adormidera, con efectos sedantes y alienígenos. La realidad objetiva se ocultaba. Morfeo fue finalmente castigado por Zeus por no ser fiel y utilizar los sueños para inocular irresponsabilidad y provocar el pánico en los simples mortales.

Siglo XXI, Pedro Sánchez, está claro, no es Morfeo, más bien una mala copia de sus sueños. En sus noches de palacios, de hadas, de conquistas, de castillos, de visiones templarías, de caudillaje dogmático y de visionario soberbio, Pedro Sánchez, envuelve con perfumes aguados y sin futuro las mentes de cientos y cientos, de miles y miles de adormecidos seguidores de ilusiones no palpables.

Pedro Sánchez, ¿Su ruta?, ¿su proyecto?, ¿sus fuerzas del cambio?, ¿su presupuesto?, ¿sus compañeros de camino?, ¿su ideología?, ¿su idea de democracia?...Como Morfeo, agitando sus alas, espanta las realidades y, adormecido, junto a Iris, reposa sus maquinaciones, en el famoso cuadro del Museo del Hermitage.

Pedro Sánchez, España es real, usted es una pesadilla.
Pedro Sánchez, lo peor de un político es cobrar de la política pero actuar como parte muy interesada en el hemiciclo… ¿eso no es corrupción?