Vuelta al cole

Especial vuelta al cole de los niños

Especial vuelta al cole de los niños

Por Miguel García Campos, @MiguelGCampos

Tras la sesión parlamentaria del pasado viernes, los españoles asistíamos atónitos a un bloqueo institucional que, sin ser nuevo, adquiría una nueva dimensión. Por primera vez, un presidente del Gobierno perdía dos votaciones de investidura, y las perspectivas de desbloqueo de la situación son poco halagüeñas para el futuro.

Se ha instalado en buena parte de la opinión pública un clima de estupor ante un tiempo político muy difícil de interpretar. ¿Por qué llevamos más de 250 días sin gobierno, repetición electoral mediante? En las elecciones de diciembre y nuevamente en las de junio, el electorado apostó por un pluripartidismo que, aunque pueda representar mejor los intereses y la diversidad del país, tiene sus inconvenientes. Es más difícil formar gobierno, y el que acabe resultando de las negociaciones entre partidos -créanme, en algún momento lo habrá- será probablemente un ejecutivo débil, que no alcance los 176 escaños. Será así tanto si lo conforma el PP, con el apoyo parlamentario de Ciudadanos y la abstención del PSOE u otros acuerdos, como si son parte de él PSOE y Unidos Podemos, sumándole el apoyo de la combinación de partidos que sea hasta que Pedro Sánchez alcance la presidencia.

La dinámica histórica de nuestro sistema político -a nivel nacional- ha sido la de clasificar a los partidos en ganadores y perdedores, que se correspondían luego con las categorías de gobierno y oposición. Quizá haya llegado el momento de desaprender y desdibujar esos límites, de que la oposición se implique de forma más activa en sostener las iniciativas del Gobierno, y que este se acostumbre a que todas esas iniciativas tengan que ser ampliamente negociadas en el parlamento. Ya ocurre en casi toda Europa, donde los parlamentos fraccionados -en el punto más extremo están los de Bélgica o Países Bajos- no es la excepción sino la norma.

La tarea de nuestros diputados y diputadas es la de hacer acuerdos, aprobar leyes, resolver los problemas de los ciudadanos… hoy podría decirse que no se está cumpliendo. Cuando votamos el 20D y nuevamente el 26J, la responsabilidad pasó de los electores a los electos, pero el bloqueo político continúa.

Tras cuatro años de mayoría absoluta del PP y un largo proceso en el que el centro del debate público se ha desplazado hacia los platós de televisión, el Congreso tenía la oportunidad de convertirse en el lugar preferente de escenificación política, de debate de ideas. Pero esto solo se podrá conseguir una vez se haya elegido un nuevo Gobierno, las comisiones hagan trabajo efectivo y los debates, proposiciones y preguntas parlamentarias inunden de nuevo el hemiciclo.

Septiembre es el mes de la vuelta al cole, en el que nuestros niños y adolescentes se ponen la mochila y madrugan de nuevo cada mañana para, por las tardes, hacer los deberes y tareas que les han mandado. Es una buena oportunidad para darles ejemplo.