Del fracaso

El entrenador del Atlético de Madrid Diego Simeone con dos de sus jugadores/Daniel Dal Zennaro/EFE

El entrenador del Atlético de Madrid Diego Simeone con dos de sus jugadores/Daniel Dal Zennaro/EFE

Por Víctor Llano

Más de lo mismo. También fracasamos en Milán. Y van tres. Muchas cuando son todas. De nada nos servirá recordar que el Madrid alcanzó los penaltis gracias a un gol en fuera de juego. Sí. Fallamos un penalti, dos con el de Juanfran. ¿Y qué? Lo único que quedará será el fracaso.

¿Quién se acuerda del segundo? ¿Qué importa que ellos puedan fichar y pagar a los mejores jugadores? Los niños no saben de presupuestos. Los de ellos les recordarán a los nuestros que tienen once copas de Europa y nosotros ninguna.

¿Quién se acordará de que eliminamos al Barça y al Bayern? Sólo sirvió para despejarle el camino a Cibeles. ¿Quién se acordará de que pudimos matarlos cuando se morían? Del miedo de Simeone. De Correa en el banquillo. ¿Quién preguntará por qué Oblak eligió no moverse en los penaltis?

Ahora no nos quedará otra que agradecer con una triste sonrisa el consuelo de los campeones. No será más que la medalla del fracaso. De nada nos servirá. Todo terminó. Y no pudo acabar peor.

Tiene razón Simeone. Fracasamos. Él un poco más que el resto. Sus jugadores le obedecieron desde una ceguera injustificable en chicos tan jóvenes. Les faltó rebeldía y les sobró miedo al miedo. Creímos que con los penaltis alcanzaríamos una Justicia Divina que en la tierra no existe.

Sí. Es cierto. Volveremos. Es más, creo que podremos seguir disputando la mejor liga del mundo. Pero hoy no nos servirá. Agradezco que Simeone no intente engañarnos. Él fracasó en Milán. Fracasamos. Nos columpiaron una vez más. No insistan con consuelos que no nos servirán. Al menos no renunciemos a la belleza de la verdad.