Excusas que no valen

Manifestación a favor de los titiriteros en Granada

Manifestación a favor de los titiriteros en Granada

Por Jesús Vicioso Hoyo, @jesusvicioso

Aquí lo que pasa es que se nos ha olvidado demasiado rápido que hasta hace cuatro días un grupo de seres inhumanos mataba a diestro y siniestro a personas porque les daba la gana. Casi novecientas víctimas, ahí es nada. Y luego llegaban unos seres más inhumanos todavía que lo justificaban en las urnas (no lo olvidemos, decenas de miles de vascos votaban a los partidos de la ETA y ahora decenas de miles votan a los que no la condenan) y que también iban y gritaban en muchas esquinas del País Vasco con satisfacción y bilis en la boca: “¡Gora ETA!”.

Ahora, los pseudotirititeros (que acabaron en prisión por poner una pancarta de dudoso gusto en un teatro para niños exhibiendo aquello que gritaban los asesinos y sus amigos) están siendo convertidos en héroes de la libertad de expresión. Lo están haciendo algunos de los de siempre y algunos otros subidos al carro del buenismo que perdona la vida a los que han dejado de matar (como si hubiesen hecho algo digno por ello). Esto es algo que tendrá que ser estudiado por diversas ramas de la ciencia cuando pase algo más de tiempo.

Total, que por lo visto una sociedad dolida (con 900 muertos por la causa) no se puede proteger de que nadie, sea artista o churrero, elogie a ETA de ningún modo. Que por lo visto protegerse de eso está mal, que eso atenta contra la libertad de expresión. El ejemplo de esta nueva corriente es dramático tanto por su tesis como por su defensor: “Que me detengan por decir esto”, viene a decir el pseudoartista Alberto San Juan, siempre famoso por algo que precisamente no es su profesión.

En España hay mucha memoria histórica por lo de la guerra civil y el franquismo. Y está bien, porque quiere decir que se está aprendiendo de los errores. Creo que si mañana sale a la calle un artista o un churrero gritando “¡viva Franco!” tendría problemas y dejaría de ser artista o churrero por un buen tiempo, cuando no para siempre. Y está bien, porque es algo muy superado. En Alemania, si gritas por la calle que viva Hitler, te meten preso. Y está bien, porque sus ideas eran asesinas y la sociedad tiene que protegerse. Pero si un oportunista aprovechando la cosa va y suelta lo que le da la gana, como que “gora ETA”, en un contexto que no es artístico, parece que en España sale gratis. Quizá en parte por la torpeza del juez que se excedió en el caso de los tirititeros, convertidos ahora en mártires de la libertad para algunos.

Pero, pardiez, que ni por excusa, ni de broma, ni por nada en el mundo puede salir gratis decir gora ETA como pretexto para defender algo que alguien crea amenazado. No por nada en especial, ni siquiera para proteger a la sociedad, sino por respeto a los cientos de muertos y miles de víctimas que provocó la banda terrorista. Y, sobre todo, para no dar la satisfacción a aquellas decenas de miles de vascos que dieron su apoyo y gritaron por lo bajini gora ETA cada vez que había un asesinato.