Por Ángel García Álvarez
Ya queda menos tiempo para ir deshojando la margarita y saber si habrá nuevas elecciones en España. Si como todo parece, al final esto es así, creo que deberíamos reflexionar todos y preguntarnos qué clase de dirigentes políticos tenemos y deberíamos hacernos algunas preguntas: ¿Está el país en situación de estar mas de 6 meses sin gobierno? ¿Quién o quienes son los responsables? ¿Nos merecemos esta clase política que nos representa? Desde mi punto de vista las respuestas son obvias, si bien lo que no logro entender es que los representantes de la clase política que tenemos en nuestro país no se pongan de acuerdo a la hora de formar un gobierno beneficioso para todos, no para ellos, que parece que es lo único que les importa.
En todas las empresas del mundo existen serias dificultades y sin embargo se llega a acuerdos de gran calado e importancia. ¿Por qué en política no? Igual lo que tendríamos que exigir es el cambio de todos los actores que participan en este circo. Si no han sido capaces de llegar a un acuerdo, ¿qué harán ante una negociación vital para nuestro país en Europa o ante la OCDE? Esta nueva pregunta se responde por si sola y de ahí la gran preocupación que deberíamos tener ante esta pasividad de la clase política actual. Y todo ello sin tener en cuenta el coste que significa para todos nosotros un nuevo proceso electoral.
Los dirigentes políticos actuales han demostrado una falta total de capacidad de negociación, han estado jugando al "quítate tú para ponerme yo", pero incluso sin éxito en este juego tan arcaico y que ellos conocen tan bien.
Por todo ello, creo que ha llegado el momento de enseñarles una lección y ya que no podemos echarlos a todos (es lo que se merecen y lo que les ocurriría en cualquier empresa), la solución podría ser negarnos a votar en caso de unas nuevas elecciones. Sería la única lección que podrían aprender y por lo menos evitaríamos que en el futuro no se produjese otra situación como esta, que lo único que está logrando es mostrar una vez más la incompetencia de la clase política actual y que allende de nuestras fronteras nos vean como un ejemplo, pero de lo que no se debe hacer.