La piedra de molino independentista

Por José María Arévalo Miguel

(Desde el otro lado del Duero)

Uno de los dichos populares más conocidos y utilizados es que "no se pueden pedir peras al olmo". Y eso es lo que le pasa al Gobierno del Partido Popular de Rajoy con la financiación a los nacionalistas catalanes. Que no se le puede pedir que actúe en beneficio de la nación contra los independentistas, porque no cree en las leyes que ellos mismos imponen, y seguirán financiándoles, y financiándoles, y financiándoles…, con tal de no hacer nada, mientras el resto de españoles, paganos de estas decisiones políticas, no reaccionen al cada vez más animado saqueo de sus bolsillos desde el ministerio Hacienda de Montoro, para satisfacción, goce, y disfrute de los nacionalistas.

Cuando Montoro, por orden, creó el sistema de financiación autonómico -FLA-, taimadamente creado a medida de la sobre-financiación necesaria para la autonomía independentista catalana, lo camufló bajo el velo de que sería una financiación para todas las CCAA. Con la condición sine qua non de que deberían aceptar los límites impuestos sobre la deuda y el déficit máximo para cada CCAA, o de lo contrarío, amenazó con no poder acceder más al FLA, y con la posibilidad real de intervenir la gestión económica de cualquiera que no cumpliese.

En los años que lleva en funcionamiento el FLA, la Comunidad Autónoma de los independentistas catalanes ha ido incumpliendo fielmente todos los límites impuestos por Montoro. Cada año, solamente al Gobierno independentistas catalán, Montoro le ha ido entregando religiosamente, saltándose sus normas, cerca del 30% del total FLA a repartir entre todas las CCAA. Gobierno independentista que se ha ido jactando y puntualmente ha ido anunciando con antelación que no han cumplido ni van a cumplir ni con el déficit ni con la deuda. Han pedido en el Parlamento de Cataluña la insumisión a las leyes del Gobierno de España. Han dado la señal de salida para la creación de un Estado en Cataluña con su administración tributaria independiente, anunciando que los funcionarios de Cataluña cumplirán solamente ante ella. Y en su política de actos consumados, frente al estafermo Gobierno de España, han llegado a realizar una ilegal consulta secesionista, sin que exista ni un solo condenado de ese Gobierno independentista.

Ante este "golpe de estado a cámara lenta" del Gobierno independentista catalán, y del incumplimiento de las normas de Hacienda impuestas por Montoro, el Gobierno de España ni de lejos se ha propuesto aplicar la Constitución vigente, ni su art. 155, e intervenir económicamente la Comunidad autónoma. Al contrario. Con una deuda de más de 72.000 millones de euros, con unas calificaciones de la deuda de Cataluña por debajo del Bono basura y al nivel de países africanos sumidos en la miseria, el Presidente Rajoy aprueba que su ministro de Economía, Luis de Guindos, participe en reuniones discretas al estilo de las novelas de espías de John Le Carré, o de famosos episodios de la Guerra Fría, o del famoso episodio del ministro bicéfalo de Felipe González, "Luis Alberto" Belloch para la teatral entrega preparada por Paesa del ex director de la Guardia Civil, Luis Roldan; pero esta vez, en la sala de autoridades del aeropuerto de El Prat con el vicepresidente de la Generalidad y responsable de economía, Oriol Junqueras, para preparar, de cara a los españoles, la escena de la nueva entrega al Gobierno independentista de Cataluña de miles de millones de euros, pese a los reiterados incumplimientos y alegatos de ruptura independentista.

A los pocos días del consumado encuentro entre el Gobierno de España y el de Cataluña en la "zona internacional" del aeropuerto del Prat, el Gobierno independentista de Cataluña exige a Montoro la entrega de otros 7.520 millones de Euros del FLA para llegar a los meses de estío y poder pagar las nóminas de sus funcionarios, pese al consumado desafío separatista, con la sola palabrería de Junqueras de poner buena voluntad en cumplir con la deuda. Pero sabiendo, Montoro, que no lo harán, como horas después aseveró en los medios de comunicación el del ojo a la virulé -Pedro J. dixit-.

Esperanza Aguirre en la presentación del libro Yo votaré No a la secesión de Cataluña, del miembro de C´s Juan Carlos Girauta, se refirió a la frase en la que Edmund Burke sentencia que: "Para que triunfe el mal, solo es necesario que los hombres buenos no hagan nada". Y nada mejor que invocar de nuevo esta frase de Edmund Burke para poder ver la "charca dorada" hacia donde nos arrastra la piedra de molino independentista, al quedar atados a ella a todos los españoles por la cobarde actuación de un Gobierno con una enorme mayoría absoluta, que posiblemente jamás vuelva a ser vista.