La disputa por el membrete del Acuerdo PSOE-Ciudadanos

El secretario general del PSOE es saludado por el presidente de Ciudadanos/Javier Lizón/EFE

El secretario general del PSOE es saludado por el presidente de Ciudadanos/Javier Lizón/EFE

Por Miguel Lázaro Caballero, @miguel_lazaro_

A pesar de que el contenido del Acuerdo de Gobierno tras la investidura fallida de Pedro Sánchez contiene una batería de medidas y mejoras, jamás antes llevadas al Congreso en democracia con gran importancia social, el Partido Popular y Podemos han bloqueado hasta ahora su avance, al no querer figurar en un membrete compartido, o figurar en un segundo plano.

Si al Acuerdo de Reformas redactado entre los equipos de negociación de PSOE y C’s le quitásemos los logos del encabezado de página, lo encuadernásemos en una carpeta neutra y transparente, marcásemos la primera página con la marca de agua “borrador” y lo pusiéramos discretamente sobre la mesa, estoy seguro que la respuesta de los líderes de todos los partidos que nos representan no sería la del desacuerdo mayoritario.

LA SEGUNDA FASE DEL ACUERDO

El Acuerdo PSOE-C’s en su segunda fase debe ser tomado como un documento de base, abierto a las revisiones y aportaciones del resto de fuerzas políticas y agentes sociales para su enriquecimiento y para que todas las partes estén y se sientan representadas. Así lo han decidido los equipos de negociación de ambos partidos que lo suscriben.

La verdad objetiva de la lista más votada, el Partido Popular, es tan verdadera como insuficiente a la hora de plantear su propio acuerdo imponiendo un membrete con las siglas del PP, al que el resto de las fuerzas… perdón, al que el PSOE debe adherirse según su propuesta para un gobierno estable en mayoría. Queda declarado el desprecio manifiesto, que ahora desde el Partido Popular se practica hacia Albert Rivera de C’s, llamándole “número 2 de Sánchez”, mientras desde Podemos se le tacha de “escudero”. Es el precio a pagar por estar en el centro, recibiendo por la izquierda y por la derecha.

FINGIR QUE C’s NO EXISTE

El mayor desprecio es no hacer aprecio. Mariano Rajoy no perdona a Rivera que le haya dicho a la cara que él no puede abanderar un gobierno de cambio, cuando éste en el Debate de Investidura le pidió una sola razón para convencerle de que así fuera. Desde entonces, Rajoy habla solamente de dirigirse al PSOE como target de su acuerdo, obviando a C’s o dejándolo caer al final de su discurso.

Abrir el documento a los agentes sociales y no solo a los partidos es un acierto. Acierto porque si alguna de esas 200 medidas puede resultar demasiado abierta, neutra o genérica, puede ser revisada y redactada de nuevo de una forma más exacta y concreta. Si los sindicatos, las federaciones de empresarios, los colectivos de educación, sanitario y todos aquellos que quieran reunirse para revisar el Acuerdo hacen sus aportaciones, entonces tendremos un documento de más de dos. ¿Pondrán excusas entonces? ¿No hay forma de evitar segundas elecciones? ¿Y si saliera un resultado semejante?

Mientras Rajoy y su cohorte sigan obcecados en la adhesión del resto a sus siglas, por considerarlas las únicas legítimas para gobernar España, no se avanzará y seguirán solos en su isla de ser el partido más votado. Lo cierto es que la principal razón por la cual los partidos no suscribientes del Acuerdo PSOE-C’s rechazan estas 200 medida es porque el papel no ha salido de sus propias impresoras.